Adrián Navarro Rocha – Lo que se ve y lo que no se ve – 24 de enero de 2022
Cuando hablamos de motivaciones, cada uno de nosotros piensa, habla y actúa por una razón diferente. En los artículos que van a proseguir podréis ver que en mi caso hay dos grandes motivaciones directrices que guían mi pensamiento y por ende mi teclado: en palabras de Bastiat “lo que se ve y lo que no se ve” y luego una suerte de pensamiento a la contra que de manera natural provocan en mi las absurdeces que pronuncian algunos que supuestamente trabajan por el bien común. Así que advertidos estáis de que mis formas no siempre serán las más dulces. Con esta idea que nos evoca Bastiat quiero reflejar esa doble cara, ese reverso de la realidad que sin un verdadero afán de conocimiento se nos suele escapar. La realidad muchas veces es infinitamente más compleja de lo que pensamos y de lo desearíamos. Es por esto que, si algún interés tuviera hablar de economía o de política, sería el siguiente: profundizar sobre las consecuencias últimas y cómo de verdad nos afectan las decisiones económicas más allá de la propaganda política.
Huyendo de tecnicismos y palabrerías, trataré la actualidad y los hechos pasados, todo aquello que suscite en mi la necesidad de ser contado y algunas veces vilipendiado. Para esta aventura me serviré de las ideas y herramientas que la ciencia económica nos provee, y trataré la actualidad política y de social tanto nacional como internacional. Como futuros interlocutores que os considero, solo os pediría que intentaseis no encasillarme en un polo del pensamiento político o económico, lo que creo que embrutecería en gran medida nuestras futuras conversaciones. Me comunicaré con vosotros sin complejos y libre de ataduras. Intentaré ser honesto y si por casualidad caigo en algún tipo de sofisma o falacia, os pido que me lo digáis.
Si antes os he pedido que no me encasilléis, ahora os voy a decir con qué categorías me siento cómodo y entre las cuales basculo y evoluciono: liberal-libertario, moderado-centrista, apolítico-cínico, humanista-cosmopolita, socialista-… bueno no, jamás socialista. Sin complejos y con decisión voy a dar la batalla a aquellas mal llamadas ideas progresistas, que paradójicamente por su caducidad se definen. Mis siguientes columnas rezumarán trinchera de batalla cultural y una ferviente lucha contra los nuevos y los viejos totalitarismos.
Para ir entablando conversación me gustaría contaros un poco más sobre mi, desde hace ya varios años tengo el placer de vivir en otro país que, aunque me sea muy cercano no fue el de mi nacimiento. No os adelanto esto sin otro motivo que el de poneros en contexto de cual será mi punto de vista sobre las cuestiones que atañen a España, que en gran medida irán teñidas de a veces nostalgia, pasión, desazón y muchas veces de incomprensión. Es por esto que os pido que me acompañéis en las líneas que proseguirán; en la ardua empresa de arrojar un poco de luz sobre todos aquellos temas que susciten nuestra curiosidad.
Adrián Navarro Rocha – Lo que se ve y lo que no se ve – 24 de enero de 2022
Cuando hablamos de motivaciones, cada uno de nosotros piensa, habla y actúa por una razón diferente. En los artículos que van a proseguir podréis ver que en mi caso hay dos grandes motivaciones directrices que guían mi pensamiento y por ende mi teclado: en palabras de Bastiat “lo que se ve y lo que no se ve” y luego una suerte de pensamiento a la contra que de manera natural provocan en mi las absurdeces que pronuncian algunos que supuestamente trabajan por el bien común. Así que advertidos estáis de que mis formas no siempre serán las más dulces. Con esta idea que nos evoca Bastiat quiero reflejar esa doble cara, ese reverso de la realidad que sin un verdadero afán de conocimiento se nos suele escapar. La realidad muchas veces es infinitamente más compleja de lo que pensamos y de lo desearíamos. Es por esto que, si algún interés tuviera hablar de economía o de política, sería el siguiente: profundizar sobre las consecuencias últimas y cómo de verdad nos afectan las decisiones económicas más allá de la propaganda política.
Huyendo de tecnicismos y palabrerías, trataré la actualidad y los hechos pasados, todo aquello que suscite en mi la necesidad de ser contado y algunas veces vilipendiado. Para esta aventura me serviré de las ideas y herramientas que la ciencia económica nos provee, y trataré la actualidad política y de social tanto nacional como internacional. Como futuros interlocutores que os considero, solo os pediría que intentaseis no encasillarme en un polo del pensamiento político o económico, lo que creo que embrutecería en gran medida nuestras futuras conversaciones. Me comunicaré con vosotros sin complejos y libre de ataduras. Intentaré ser honesto y si por casualidad caigo en algún tipo de sofisma o falacia, os pido que me lo digáis.
Si antes os he pedido que no me encasilléis, ahora os voy a decir con qué categorías me siento cómodo y entre las cuales basculo y evoluciono: liberal-libertario, moderado-centrista, apolítico-cínico, humanista-cosmopolita, socialista-… bueno no, jamás socialista. Sin complejos y con decisión voy a dar la batalla a aquellas mal llamadas ideas progresistas, que paradójicamente por su caducidad se definen. Mis siguientes columnas rezumarán trinchera de batalla cultural y una ferviente lucha contra los nuevos y los viejos totalitarismos.
Para ir entablando conversación me gustaría contaros un poco más sobre mi, desde hace ya varios años tengo el placer de vivir en otro país que, aunque me sea muy cercano no fue el de mi nacimiento. No os adelanto esto sin otro motivo que el de poneros en contexto de cual será mi punto de vista sobre las cuestiones que atañen a España, que en gran medida irán teñidas de a veces nostalgia, pasión, desazón y muchas veces de incomprensión. Es por esto que os pido que me acompañéis en las líneas que proseguirán; en la ardua empresa de arrojar un poco de luz sobre todos aquellos temas que susciten nuestra curiosidad.