FRANCISCO PROVENZANO VIÑUALES – Turquía, y una nueva intervención militar en el norte de Siria –7 de junio de 2022
El pasado 24 de Mayo el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan ha anunciado una nueva operación militar contra las milicias kurdas, que actúan en el norte de Siria cerca de la frontera turca. Esta operación es una fase más de una serie de intervenciones llevadas a cabo por las fuerzas armadas turcas en los últimos años, que tienen como objetivo expulsar a la milicias de autodefensa kurdas de esta región próxima a la frontera turco-siria.
Esta nueva intervención tiene dos objetivos principales. El primero consiste en expulsar a las milicias kurdas, y el segundo establecer un área de seguridad 30 kilómetros al sur de la frontera, donde poder reubicar a miles de refugiados que se encuentran actualmente viviendo en Turquía.
El gobierno de Erdogan, entiende que este es el momento adecuado para llevar a cabo esta operación, ya que tanto Rusia como EE.UU, quienes poseen intereses opuestos a los del gobierno turco en esta región, han mostrado señales de debilidad en los últimos tiempos. Trump decidió retirar a las tropas estadounidenses, cuyo principal socio en la lucha contra el Daesh eran las milicias kurdas, en el año 2019. La retirada de las tropas estadounidenses dio luz verde a nuevas intervenciones turcas. Y por su parte, Rusia ha disminuido considerablemente su presencia debido a la guerra en Ucrania.
La decisión del gobierno turco, llega en un momento de tensión entre Turquía y la OTAN. Con la decisión del país euroasiático de vetar el ingreso de Suecia y Finlandia, si estos dos países no cambian su postura y su manera de actuar frente al PKK, Partido de los Trabajadores de Kurdistán. Turquía acusa a estos dos países de servir como base de reclutamiento y financiación de esta organización. Además Ankara basa su decisión en la negativa de estos dos países, de extraditar miembros del PKK a Turquía y de imponer un embargo a la exportación de armas hacia este país.
La operación militar turca tendrá como epicentro el enclave kurdo de Tel-Rifat en la región de Aleppo y la ciudad de Manbij de mayoría arabe,pero controlada por las fuerzas Kurdas. Esta operación no cuenta con la aprobación de las dos grandes potencias involucradas en el conflicto sirio, como lo son EE.UU y Rusia. El secretario de estado estadounidense Anthony Blinken, ha acusado a Turquía de intentar socavar la estabilidad regional, al continuar sus ataques contra las milicias kurdas, quienes como he mencionado anteriormente son un elemento de vital importancia en la lucha contra el yihadismo.
El gobierno turco defiende la necesidad de llevar a cabo esta intervención, por dos motivos principales. El primero es el factor seguridad, Turquía siente su frontera sur amenazada con la presencia de las milicias kurdas y entiende que un estado fallido, como lo es Siria en la actualidad, no puede lidiar con este problema. Y en segundo lugar se encuentra el factor económico, Turquía se encuentra sumergida en una grave crisis económica y no es capaz de afrontar otra ola de refugiados, por este motivo el gobierno turco está planeando relocalizar a miles de refugiados en la franja de terreno controlada por Turquía en las provincias sirias de Alepo, Raqqa y Hasaka.
La decisión del gobierno turco, debe ser entendida como un paso más dado por Turquía, en el afán de consolidarse como una potencia regional y el deseo de Erdoğan de recuperar la grandeza que supo ostentar el imperio otomano en el pasado. En el futuro veremos a Turquía, jugando un rol muy importante en el destino de Siria e Irak, pero también en el de otros países que se encuentran en su esfera de influencia. No hay que olvidar que el apoyo turco a Azerbaiyán en el conflicto por el Alto Karabaj, fue el motivo principal de la victoria azerí frente a las fuerzas armenias.
Pero también hay que destacar que Turquía es un miembro imprescindible de la OTAN, cuenta con el segundo mayor ejército de la organización solo por detrás de Estados Unidos. Y debe ser tratado, de acuerdo al rol que ocupa y la importancia que tiene para la organización. Es muy importante para el futuro de la OTAN y de la seguridad europea, que tanto Suecia como Finlandia logren resolver su disputa con Turquía y se incorporen a una organización donde el país euroasiático reciba el trato que se merece.
FRANCISCO PROVENZANO VIÑUALES – Turquía, y una nueva intervención militar en el norte de Siria –7 de junio de 2022
Esta nueva intervención tiene dos objetivos principales. El primero consiste en expulsar a las milicias kurdas, y el segundo establecer un área de seguridad 30 kilómetros al sur de la frontera, donde poder reubicar a miles de refugiados que se encuentran actualmente viviendo en Turquía.
El gobierno de Erdogan, entiende que este es el momento adecuado para llevar a cabo esta operación, ya que tanto Rusia como EE.UU, quienes poseen intereses opuestos a los del gobierno turco en esta región, han mostrado señales de debilidad en los últimos tiempos. Trump decidió retirar a las tropas estadounidenses, cuyo principal socio en la lucha contra el Daesh eran las milicias kurdas, en el año 2019. La retirada de las tropas estadounidenses dio luz verde a nuevas intervenciones turcas. Y por su parte, Rusia ha disminuido considerablemente su presencia debido a la guerra en Ucrania.
La decisión del gobierno turco, llega en un momento de tensión entre Turquía y la OTAN. Con la decisión del país euroasiático de vetar el ingreso de Suecia y Finlandia, si estos dos países no cambian su postura y su manera de actuar frente al PKK, Partido de los Trabajadores de Kurdistán. Turquía acusa a estos dos países de servir como base de reclutamiento y financiación de esta organización. Además Ankara basa su decisión en la negativa de estos dos países, de extraditar miembros del PKK a Turquía y de imponer un embargo a la exportación de armas hacia este país.
La operación militar turca tendrá como epicentro el enclave kurdo de Tel-Rifat en la región de Aleppo y la ciudad de Manbij de mayoría arabe,pero controlada por las fuerzas Kurdas. Esta operación no cuenta con la aprobación de las dos grandes potencias involucradas en el conflicto sirio, como lo son EE.UU y Rusia. El secretario de estado estadounidense Anthony Blinken, ha acusado a Turquía de intentar socavar la estabilidad regional, al continuar sus ataques contra las milicias kurdas, quienes como he mencionado anteriormente son un elemento de vital importancia en la lucha contra el yihadismo.
El gobierno turco defiende la necesidad de llevar a cabo esta intervención, por dos motivos principales. El primero es el factor seguridad, Turquía siente su frontera sur amenazada con la presencia de las milicias kurdas y entiende que un estado fallido, como lo es Siria en la actualidad, no puede lidiar con este problema. Y en segundo lugar se encuentra el factor económico, Turquía se encuentra sumergida en una grave crisis económica y no es capaz de afrontar otra ola de refugiados, por este motivo el gobierno turco está planeando relocalizar a miles de refugiados en la franja de terreno controlada por Turquía en las provincias sirias de Alepo, Raqqa y Hasaka.
La decisión del gobierno turco, debe ser entendida como un paso más dado por Turquía, en el afán de consolidarse como una potencia regional y el deseo de Erdoğan de recuperar la grandeza que supo ostentar el imperio otomano en el pasado. En el futuro veremos a Turquía, jugando un rol muy importante en el destino de Siria e Irak, pero también en el de otros países que se encuentran en su esfera de influencia. No hay que olvidar que el apoyo turco a Azerbaiyán en el conflicto por el Alto Karabaj, fue el motivo principal de la victoria azerí frente a las fuerzas armenias.
Pero también hay que destacar que Turquía es un miembro imprescindible de la OTAN, cuenta con el segundo mayor ejército de la organización solo por detrás de Estados Unidos. Y debe ser tratado, de acuerdo al rol que ocupa y la importancia que tiene para la organización. Es muy importante para el futuro de la OTAN y de la seguridad europea, que tanto Suecia como Finlandia logren resolver su disputa con Turquía y se incorporen a una organización donde el país euroasiático reciba el trato que se merece.