Víctor Pla Cid – ¿Hacia una regulación? – 17 de junio de 2022
Tras 28 años de inacción por parte de los órganos legislativos de los Estados Unidos, el senado norteamericano ha aprobado la ley de regulación armamentística más importante hasta la fecha. La votación se ha realizado en la cámara alta, y se ha podido aprobar por quince votos a favor de los republicanos, que se han unido a los demócratas.
Ésta legislación se ha propuesto como una respuesta al último gran tiroteo sufrido, en Texas, que resultó con el fallecimiento de 31 personas. Las reformas incluyen: aumentar el control previo a los compradores menores de 21, un gasto extraordinario de 15 billones de dólares en programas de salud mental y seguridad escolar y vetar de adquirir un arma de fuego a todas aquellas personas que (1) sean consideradas como peligrosas o (2) hayan sido culpables de violencia hacia su pareja.
No obstante, el Presidente Joe Biden quiere ir más allá, con la intención de prohibir la compra de “armas de asalto”. La definición del armamento de asalto es dispersa y variable, ya que no precisa de un calibre o modo de tiro exacto. En España es legal comprar armamento similar al usado por las fuerzas armadas extranjeras (siempre que sean del calibre 5.56) y nunca con la posibilidad de tener el selector de tiro en “automático”.
Ésta proposición ha traído una serie de respuestas, tanto a favor como en contra. El lobby armamentístico NRA (“National Rifle Association”) y el senador Ted Cruz se han opuesto firmemente contra la medida, mientras que grupos como March for our lives han celebrado la votación de la cámara baja.
Los Estados Unidos sufren de un problema de criminalidad en relación a las armas de fuego. Según el CDC (Centre for Disease Control and Prevention), en 2020, el 79% de los homicidios en EEUU fueron por armas de fuego. Una cifra realmente alta cuando la comparamos con el Reino Unido (4%), Canadá (37%) o Australia (13%).
Los recientes tiroteos, no solo escolares sino también en los suburbios de grandes ciudades como Nueva York o Detroit, han vuelto a reabrir el debate armamentístico. Éste tímido avance ha sido “derrocado” por el Tribunal Supremo, que ha derogado una ley del estado de Nueva York y permite portar armas en público en cualquier parte del país.
“El senado norteamericano ha aprobado una ley de regulación armamentística”
Víctor Pla Cid – ¿Hacia una regulación? – 17 de junio de 2022
Tras 28 años de inacción por parte de los órganos legislativos de los Estados Unidos, el senado norteamericano ha aprobado la ley de regulación armamentística más importante hasta la fecha. La votación se ha realizado en la cámara alta, y se ha podido aprobar por quince votos a favor de los republicanos, que se han unido a los demócratas.
Ésta legislación se ha propuesto como una respuesta al último gran tiroteo sufrido, en Texas, que resultó con el fallecimiento de 31 personas. Las reformas incluyen: aumentar el control previo a los compradores menores de 21, un gasto extraordinario de 15 billones de dólares en programas de salud mental y seguridad escolar y vetar de adquirir un arma de fuego a todas aquellas personas que (1) sean consideradas como peligrosas o (2) hayan sido culpables de violencia hacia su pareja.
No obstante, el Presidente Joe Biden quiere ir más allá, con la intención de prohibir la compra de “armas de asalto”. La definición del armamento de asalto es dispersa y variable, ya que no precisa de un calibre o modo de tiro exacto. En España es legal comprar armamento similar al usado por las fuerzas armadas extranjeras (siempre que sean del calibre 5.56) y nunca con la posibilidad de tener el selector de tiro en “automático”.
Ésta proposición ha traído una serie de respuestas, tanto a favor como en contra. El lobby armamentístico NRA (“National Rifle Association”) y el senador Ted Cruz se han opuesto firmemente contra la medida, mientras que grupos como March for our lives han celebrado la votación de la cámara baja.
Los Estados Unidos sufren de un problema de criminalidad en relación a las armas de fuego. Según el CDC (Centre for Disease Control and Prevention), en 2020, el 79% de los homicidios en EEUU fueron por armas de fuego. Una cifra realmente alta cuando la comparamos con el Reino Unido (4%), Canadá (37%) o Australia (13%).
Los recientes tiroteos, no solo escolares sino también en los suburbios de grandes ciudades como Nueva York o Detroit, han vuelto a reabrir el debate armamentístico. Éste tímido avance ha sido “derrocado” por el Tribunal Supremo, que ha derogado una ley del estado de Nueva York y permite portar armas en público en cualquier parte del país.