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    Cosa de dos 

    MSGCOSA DE DOS27 de junio de 2022

     El pasado jueves veintitrés de junio, los jefes de Estado de los veintisiete aprobaron la concesión del estatuto de país candidato a la UE de Ucrania y Moldavia, que se suman a Albania, Macedonia del Norte, Serbia, Montenegro y Turquía, lo que indica que estos siete Estados están en proceso de trasponer la legislación europea al Derecho nacional. 

    Es un paso importante para la final adhesión en la UE, pero aún les queda mucho camino por recorrer. Sólo hay que conocer que Turquía es candidato desde 1999, y a día de hoy sigue sin ser un Estado miembro, habiéndose completado solamente la negociación de uno de los treinta y cinco capítulos del Acuerdo. De ahí que Macron no quisiese celebrar nada la semana pasada. 

    No hay que ser muy avispado para entender que la concesión de estas dos candidaturas se ha visto muy acelerada por la guerra en Ucrania. Zelenski ha sabido aprovechar muy bien la situación para agilizar el proceso de entrada de Ucrania en la UE, y las autoridades europeas, en especial, Úrsula von der Layen, Charles Michel y Macron, no han dudado en recoger el guante y facilitar la negociación con Ucrania, sabiendo de la importancia de conservarla lejos de Putin. Cabe recordar que el art. 42.7 del TUE otorga protección a los Estados miembros en caso de agresión externa. 

    La UE ha interpretado, correctamente, que Ucrania es una región geoestratégica fundamental para la defensa de nuestro continente, ya que sirve de muro de contención frente a Rusia. Pero si además puede formar parte de la UE, mejor noticia para ambos. Ganan los veintisiete, gana Europa, y gana Ucrania. 

    La candidatura de Ucrania va a hacer que sea acompañada en el proceso de adhesión, asegurándose asistencia administrativa, financiera y técnica para alcanzar las reformas planteadas por la Comisión Europea, véase independencia judicial, lucha contra la corrupción, y limitación del poder de los oligarcas. Además, va a beneficiarse del mercado común y del Espacio Schengen. En consecuencia, una vez finalice la guerra, que parece se prolongará no poco, Ucrania logrará reconstruir su país y cumplir con los requisitos necesarios para ser miembro de la UE. 

    Por otro lado, la UE obtiene ventajas políticas, expandiendo los valores europeos hacia territorio de antiguas repúblicas soviéticas, geopolíticas, extendiendo el territorio comunitario y aislando a Rusia, económicas, no en el corto plazo ni en el medio, claro está, teniendo que ayudar a Ucrania en su defensa militar ahora, y su posterior reconstrucción, pero sí en el largo plazo, explotando la industria aeroespacial ucraniana o sus campos de trigo por ejemplo, y sociales, garantizando la estabilidad en la zona y conteniendo olas de refugiados como la actual. 

    Mientras tanto, Macron propuso la creación de una Comunidad Política Europea con el objetivo de que los límites de la UE y de Europa no fuesen los mismos, siendo consciente de las diferencias y de la dificultad de algunos países potenciales como Bosnia Herzegovina o Kosovo, y candidatos, antes mencionados, para cumplir los criterios de adhesión. Cabe recordar que la idea de crear una CPE no es nueva, sino muy antigua. Fue Alcide de Gasperi el que en 1952 lo propuso para posteriormente crear una Comunidad Europea de Defensa, quedando rechazado el anteproyecto de Tratado al no apoyar Francia la creación de esta última. 

    Y he de decir que coincido planamente con la voluntad del presidente francés, ya que de nada sirve conceder el estatuto de candidato o abrir incluso las negociaciones de adhesión si no se tiene claro que el Estado está preparado para ingresar a los pocos años de ello. 

    Creo más conveniente estrechar vínculos con los países europeos que nos interese mediante Acuerdos de Asociación y libre comercio. Si no que se lo digan a los países balcánicos. Albania y Macedonia del Norte, candidatos desde 2014 y 2005 respectivamente, todavía no han conseguido que se abran las negociaciones de adhesión, aunque con respecto al primero puede que pronto se haga, habiendo el Parlamento búlgaro aprobado el levantamiento del veto a su ingreso en la UE el pasado viernes veinticuatro de junio. Bosnia Herzegovina todavía no ha pasado de ser un candidato potencial, desde que presentó su solicitud en febrero de 2016. Finalmente, se sigue exigiendo el visado para entrar y salir de Kosovo pese a la potencialidad de su candidatura desde la firma del Acuerdo de Estabilización y Asociación en 2015. 

    Tampoco puede pasar desapercibida la felicitación a Georgia desde las instituciones europeas, considerándolo un potencial candidato a la entrada en la Unión una vez complete una serie de reformas internas. 

    En conclusión, estamos ante una situación anecdótica, ya que lo habitual es que la concesión de un estatuto de candidato a la UE se demore entre quince y dieciocho meses, y en este caso que nos atañe se ha acelerado notablemente como consecuencia del conflicto armado entre Ucrania y Rusia, o en otras palabras, entre Europa y la UE, y Rusia. 

    Demostrado queda que cuando los líderes e instituciones europeas quieren, pueden alcanzar grandes metas, aun respetando el tan debatido y criticado, especialmente desde fuera, acervo comunitario. 

    Mario Sanz Galacho 



    «El conflicto armado en Ucrania ha acelerado el proceso de ampliación de la UE»

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