Que no cunda el pánico. No corremos peligro, por ahora, de sufrir un ataque nuclear ruso. Quién diga lo contrario, miente, o mejor dicho, desconoce el estado en el que se encuentra hoy por hoy el conflicto.
Y digo esto pese a las declaraciones del viernes 7 de octubre de Joe Biden y Ángela Merkel, en las que el primero dijo que estábamos ante la peor amenaza nuclear desde la crisis de los misiles de Cuba de 1962, comparativa que el Pentágono rechazó horas después, y que el mismo Biden deshizo el jueves de esta semana.
La realidad actual del conflicto es que existe en estos momentos una amplia posibilidad de que Rusia utilice armas nucleares tácticas contra Ucrania por dos razones: la rápida recuperación de Ucrania de su territorio, en cifras, cuatrocientos kilómetros en quince días en la región de Jersón, y consecuentemente el aumento de la posibilidad de que Ucrania gane la guerra, situación inimiganible por Putin cuando decidió invadirla.
La estrategia actual de Putin entra dentro de la doctrina militar conocida como “escalar para desescalar”, consistente en hacer ver a tu adversario que eres más fuerte que él cuando en realidad no es así. Esta estrategia fue empleada por la OTAN durante la Guerra Fría, al autoconsiderarse inferior a las fuerzas del Pacto de Varsovia.
Ahora bien, de ahí a que el resto del mundo, y especialmente Europa y Estados Unidos, corramos el riesgo de sufrir un ataque nuclear, hay un trecho, luego a partir de este punto, todo lo que comentemos son hipótesis, que es lo que vamos a analizar a continuación.
¿Qué posibilidades hay de que seamos atacados nuclearmente por Rusia? Las mismas que nosotros decidamos tener, es decir, la respuesta que decida dar la OTAN y EEUU al cada vez más probable ataque nuclear táctico en Ucrania. Si Estados Unidos decide responder simétricamente al ataque de Rusia, entraremos en un conflicto en el que puede que ninguno quiera detenerse y la escalada del mismo verse hacia las armas nucleares estratégicas, lo que llevaría a la DMA de la que Kissinger habló en la Guerra Fría.
Con respecto a las armas nucleares tácticas, es bueno saber que EEUU posee menos que Rusia, luego el uso de las estratégicas no sería una opción en un determinado momento.
Otra posibilidad, aunque poco probable debido al daño colateral que causaría hacia los civiles y combatientes ucranianos, es el ataque de EEUU a los soldados rusos ubicados en territorio ucraniano.
La tercera de las posibilidades es que EEUU renunciara a una respuesta nuclear para iniciar una guerra convencional de gran escala, a través de bombardeos aéreos y la movilización de soldados, aunque esta opción podría derivar del mismo modo en la DMA.
Y la cuarta y última posibilidad, para mí la más probable, es que se limiten a condenar el uso de armas nucleares sobre Ucrania cuando el ataque se produzca. Habrá entonces quien tache a EEUU y a la UE de insolidarios, no empáticos, o voluntaristas. Y bien, ¿acaso es posible acometer un acto de solidaridad conjunta en tiempo de guerra? ¿Acaso no estamos sacrificándonos económicamente y energéticamente lo suficiente para tratar de detener el conflicto?
¿Vamos a poner en riesgo la seguridad de todo el planeta para evitar que Putin se haga con Ucrania?
El problema de esta última alternativa es que si ni EEUU ni la UE responden militarmente ante un ataque nuclear ruso sobre Ucrania, Putin interpretará que puede utilizar libremente las armas que desee, mientras que el coste de una respuesta militar ofensiva contra Rusia es la seguridad de todos.
Pues bien, como ves, si has llegado hasta aquí, el estado actual del conflicto no es sencillo, sino muy incierto. Sólo hay una cosa segura, y es que cualquier ataque que realice la OTAN o EEUU contra los soldados rusos podría devenir en la Primera Guerra Nuclear Mundial, y seguramente la última.
Mario Sanz Galacho
El momento de elegir entre Ucrania o el resto del mundo está muy cerca
Y digo esto pese a las declaraciones del viernes 7 de octubre de Joe Biden y Ángela Merkel, en las que el primero dijo que estábamos ante la peor amenaza nuclear desde la crisis de los misiles de Cuba de 1962, comparativa que el Pentágono rechazó horas después, y que el mismo Biden deshizo el jueves de esta semana.
La realidad actual del conflicto es que existe en estos momentos una amplia posibilidad de que Rusia utilice armas nucleares tácticas contra Ucrania por dos razones: la rápida recuperación de Ucrania de su territorio, en cifras, cuatrocientos kilómetros en quince días en la región de Jersón, y consecuentemente el aumento de la posibilidad de que Ucrania gane la guerra, situación inimiganible por Putin cuando decidió invadirla.
La estrategia actual de Putin entra dentro de la doctrina militar conocida como “escalar para desescalar”, consistente en hacer ver a tu adversario que eres más fuerte que él cuando en realidad no es así. Esta estrategia fue empleada por la OTAN durante la Guerra Fría, al autoconsiderarse inferior a las fuerzas del Pacto de Varsovia.
Ahora bien, de ahí a que el resto del mundo, y especialmente Europa y Estados Unidos, corramos el riesgo de sufrir un ataque nuclear, hay un trecho, luego a partir de este punto, todo lo que comentemos son hipótesis, que es lo que vamos a analizar a continuación.
¿Qué posibilidades hay de que seamos atacados nuclearmente por Rusia? Las mismas que nosotros decidamos tener, es decir, la respuesta que decida dar la OTAN y EEUU al cada vez más probable ataque nuclear táctico en Ucrania. Si Estados Unidos decide responder simétricamente al ataque de Rusia, entraremos en un conflicto en el que puede que ninguno quiera detenerse y la escalada del mismo verse hacia las armas nucleares estratégicas, lo que llevaría a la DMA de la que Kissinger habló en la Guerra Fría.
Con respecto a las armas nucleares tácticas, es bueno saber que EEUU posee menos que Rusia, luego el uso de las estratégicas no sería una opción en un determinado momento.
Otra posibilidad, aunque poco probable debido al daño colateral que causaría hacia los civiles y combatientes ucranianos, es el ataque de EEUU a los soldados rusos ubicados en territorio ucraniano.
La tercera de las posibilidades es que EEUU renunciara a una respuesta nuclear para iniciar una guerra convencional de gran escala, a través de bombardeos aéreos y la movilización de soldados, aunque esta opción podría derivar del mismo modo en la DMA.
Y la cuarta y última posibilidad, para mí la más probable, es que se limiten a condenar el uso de armas nucleares sobre Ucrania cuando el ataque se produzca. Habrá entonces quien tache a EEUU y a la UE de insolidarios, no empáticos, o voluntaristas. Y bien, ¿acaso es posible acometer un acto de solidaridad conjunta en tiempo de guerra? ¿Acaso no estamos sacrificándonos económicamente y energéticamente lo suficiente para tratar de detener el conflicto?
¿Vamos a poner en riesgo la seguridad de todo el planeta para evitar que Putin se haga con Ucrania?
El problema de esta última alternativa es que si ni EEUU ni la UE responden militarmente ante un ataque nuclear ruso sobre Ucrania, Putin interpretará que puede utilizar libremente las armas que desee, mientras que el coste de una respuesta militar ofensiva contra Rusia es la seguridad de todos.
Pues bien, como ves, si has llegado hasta aquí, el estado actual del conflicto no es sencillo, sino muy incierto. Sólo hay una cosa segura, y es que cualquier ataque que realice la OTAN o EEUU contra los soldados rusos podría devenir en la Primera Guerra Nuclear Mundial, y seguramente la última.
Mario Sanz Galacho