Francisco Provenzano Viñuales – Gudari Eguna– 25 de Octubre de 2022
Como cada mes de Octubre, el Gobierno Vasco ha organizado una serie de actividades para conmemorar el aniversario de los fusilamientos de Santoña, ocurridos durante la guerra civil, en los cuales fueron asesinados por las tropas franquistas 14 prisioneros vascos entre los que se encontraban Gudaris que pertenecían al Eusko Gudarostea ( Ejército Vasco). Sin embargo desde hace ya varias décadas el Gudari Eguna, que es la fecha en la que se recuerda y conmemora el sacrificio y la labor desempeñada por los Gudaris en la defensa de Euskadi durante el conflicto, ha sido afectado por las divisiones políticas existentes dentro del nacionalismo vasco. Mientras que el PNV organiza esta fecha conmemorativa durante el mes en el que ocurrieron los fusilamientos, la izquierda abertzale ha escogido el día 27 de Septiembre para llevar a cabo su propio Gudari Eguna, en conmemoración de los fusilamientos de los miembros de ETA político-militar Juan Paredes alias Txiki y Angel Otaegui en 1975, a manos de un régimen franquista que agonizaba.
La falta de consenso a la hora de realizar este tipo de actos y homenajes, es consecuencia de la continua búsqueda por parte de la izquierda abertzale de erigirse como movimiento continuador de la lucha de los Gudaris y crear una conexión entre quienes lucharon en defensa del pueblo vasco durante la guerra civil y quienes formaron parte de ETA desde su fundación en 1959. A través de esta conexión, la izquierda nacionalista vasca busca legitimar y justificar la actuacion de Euskadi Ta Askatasuna no solamente durante su oposicion al regimen franquista, sino tambien la continuacion de la lucha armada tras la llegada de la democracia. Para lograr su objetivo de vincular a los verdaderos Gudaris y a los autodenominados “ Nuevos Gudaris”, el relato de la izquierda abertzale ha incurrido en una profunda tergiversación de la historia, que intentaré desmontar a través de este artículo.
Para poder entender el concepto de Gudari(soldado vasco) y su utilización política a través de la historia contemporánea del País Vasco, es necesario reflexionar acerca de la especificidad de la Guerra Civil en esta región y por ende de su desarrollo y consecuencias. A diferencia de lo sucedido en otras regiones, la sublevación militar no obtuvo el mismo resultado en todos los territorios vascos, entre los cuales voy a incluir a Navarra por su cercanía histórica y social con las tres provincias vascas . Mientras que los militares sublevados se hicieron con el control de Navarra y Araba con el apoyo del carlismo , Bizkaia y Gipuzkoa se mantuvieron leales a la República. Si bien a comienzos de la guerra, dentro del gobierno vasco existieron dudas sobre a qué bando apoyar , la aprobación del primer Estatuto de Autonomía para Euskadi una vez iniciada la guerra, hizo que el Gobierno Vasco se inclinara en favor de la República, pero estableciendo como objetivo principal la defensa de los intereses de Euskadi y la supervivencia del pueblo vasco. En ese contexto y ante el avance de las tropas sublevadas, el gobierno liderado por el Lehendakari Aguirre decidió la creación del Eusko Gudarostea y de la marina auxiliar de Euskadi para defender el territorio controlado por el Gobierno Vasco, que en esa etapa de la guerra incluía la totalidad de Bizkaia y algunas zonas de Gipuzkoa y Araba.
Como he mencionado anteriormente, la singularidad de la situación de Euskadi en aquel entonces provocó que tanto el gobierno, como la sociedad y el ejército vasco tuvieran una concepción de la guerra y de sus objetivos, muy distintas a la de sus aliados republicanos, y por ende una manera de actuar muy diferente. El entorno del PNV defendía la idea de que el pueblo vasco, había sido obligado a participar en una guerra que no le interesaba, y en la cual solo debían defenderse los intereses de Euskadi. La cuestión religiosa también jugó un papel muy importante, ya que una de las características propias de la guerra en el País Vasco , fue el enfrentamiento entre los nacionalistas vascos católicos y el bando sublevado que consideraba la guerra como una cruzada en defensa de España y la fe católica. Esto provocó una división en el seno de la iglesia vasca, entre quienes que pensaban que el gobierno debía apoyar la sublevación y quienes no.
El humanismo fue otras de las características que describen la labor de la administración vasca y de su ejército, desde el inicio de la guerra hasta la caída de Bilbao. Los Gudaris no solamente pelearon por la libertad de Euskadi, su autogobierno y la supervivencia del pueblo vasco, sino también en defensa de la libertad de religión, de la propiedad privada y para evitar una revolución social. Es por ello que muchos especialistas se refieren a este periodo como el Oasis Vasco, haciendo referencia a la diferencia entre las medidas tomadas por la administración vasca y las tomadas en el resto de la zona republicana . Los batallones del Eusko Gudarostea no solo se enfrentaron a las tropas sublevadas y la intervención de la Italia fascista y de la Alemania nazi, sino que tambien debieron hacerse cargo de evitar que las milicias republicanas impongan su regimen de terror en las poblaciones vascas. Esta descripción de la actuación de los Gudaris es de vital importancia para confrontar el relato promovido por la izquierda abertzale en la posteridad. Quienes cayeron defendiendo las poblaciones vascas en las montañas de Bizkaia, en el mar cantábrico o durante la defensa de Bilbao, lo hicieron por el compromiso que tenían con la defensa de su pueblo y de sus instituciones. Pero también para evitar una revolución social y defender la libertad religiosa.
El análisis realizado anteriormente debe servir como herramienta para evitar cualquier tipo de tergiversación del término Gudari. Quienes participaron en la defensa de su tierra , y vivieron en carne propia las atrocidades cometidas contra su pueblo , nada tienen que ver con quienes intentaron imponer el miedo y el terror en la sociedad vasca a través de las bombas y los asesinatos. Porque no es lo mismo estar dispuesto a morir en defensa de la patria, que estar dispuesto a matar indiscriminadamente y defender como estrategia una idea tan nefasta como la socialización del sufrimiento a través de la utilización de la violencia extrema. Que pensarian los Gudaris que se negaron a utilizar la táctica de tierra arrasada, haciendo oídos sordos a los mandos republicanos, en los días previos a la caída de Bilbao, para si posibilitar un futuro crecimiento económico y evitar un mayor sufrimiento a la sociedad, de los asesinatos perpetrados por ETA contra empresarios vascos ante su negativa a pagar el impuesto revolucionario, o que pensarian del intento de destruir el Guggenheim símbolo de la ciudad, que ellos buscaron proteger a toda costa. Qué pensarían los Gudaris que fueron testigos de los cobardes ataques aéreos dirigidos contra la población civil en Gernika y Durango, de la nefasta ponencia Oldartzen.
Personalmente creo que tras realizar una análisis histórico, sociológico e ideológico es posible decir que el proyecto politico del Partido Nacionalista Vasco y su continuidad historica a traves del tiempo puede considerarse heredo de la lucha los Gudaris que defendieron Euskadi durante la guerra. Pero jamás pueden considerarse Gudaris quienes continuaron la lucha armada luego de la llegada de la democracia, la sanción de la Constitución de 1978 y de la entrada en vigor del Estatuto de Gernika, un estatuto muy superior en competencias al de 1936. El Gudari Eguna, debe ser una fecha en la que la sociedad vasca honre a los verdaderos mártires que dieron la vida en defensa de su pueblo y de sus libertades, y no debe utilizarse para justificar la violencia ejercida por ETA para imponer sus objetivos políticos. Una vez más estamos ante una situación en la que la izquierda abertzale busca imponer su relato y amoldar la historia a su gusto para justificar lo injustificable.
Las muertes de los militantes de Eta “ Txiki” y Otaegui que conmemora la izquierda abertzale en su Gudari Eguna, deberían ser recordadas como las últimas víctimas del régimen franquista y el inicio de una etapa caracterizada por la convivencia pacífica consecuencia de la llegada de la democracia. Pero sin embargo esto no sucede, porque ETA y el entorno de la izquierda abertzale eligieron continuar con la utilización de la violencia extrema como método para alcanzar sus objetivos. El mayor error cometido por la organización y su entorno fue continuar con la lucha armada tras el fin del franquismo y la llegada de la democracia, y por eso no deben ser considerados Gudaris quienes sometieron a la sociedad vasca y al conjunto de la sociedad española a un espiral de violencia injustificado, teniendo la posibilidad promover sus objetivos políticos a través de los canales democráticos establecidos.
Una causa tan noble como la defensa de un pueblo y sus libertades, y la voluntad de resistir en inferioridad de condiciones, enfrentando a las tropas sublevadas que contaban con la ayuda de la maquinaria asesina de la Alemania nazi y de la Italia fascista empleada contra la población civil. Bajo ningún concepto puede ser equiparada con los crímenes cometidos por ETA contra la población y las instituciones de un estado democrático.
« Una causa tan noble como la defensa de un pueblo y sus libertades, y la voluntad de resistir en inferioridad de condiciones, enfrentando a las tropas sublevadas que contaban con la ayuda de la maquinaria asesina de la Alemania nazi y de la Italia fascista empleada contra la poblacion civil. Bajo ningún concepto puede ser equiparada con los crímenes cometidos por ETA contra la población y las instituciones de un estado democratico »
Francisco Provenzano Viñuales – Gudari Eguna– 25 de Octubre de 2022
Como cada mes de Octubre, el Gobierno Vasco ha organizado una serie de actividades para conmemorar el aniversario de los fusilamientos de Santoña, ocurridos durante la guerra civil, en los cuales fueron asesinados por las tropas franquistas 14 prisioneros vascos entre los que se encontraban Gudaris que pertenecían al Eusko Gudarostea ( Ejército Vasco). Sin embargo desde hace ya varias décadas el Gudari Eguna, que es la fecha en la que se recuerda y conmemora el sacrificio y la labor desempeñada por los Gudaris en la defensa de Euskadi durante el conflicto, ha sido afectado por las divisiones políticas existentes dentro del nacionalismo vasco. Mientras que el PNV organiza esta fecha conmemorativa durante el mes en el que ocurrieron los fusilamientos, la izquierda abertzale ha escogido el día 27 de Septiembre para llevar a cabo su propio Gudari Eguna, en conmemoración de los fusilamientos de los miembros de ETA político-militar Juan Paredes alias Txiki y Angel Otaegui en 1975, a manos de un régimen franquista que agonizaba.
La falta de consenso a la hora de realizar este tipo de actos y homenajes, es consecuencia de la continua búsqueda por parte de la izquierda abertzale de erigirse como movimiento continuador de la lucha de los Gudaris y crear una conexión entre quienes lucharon en defensa del pueblo vasco durante la guerra civil y quienes formaron parte de ETA desde su fundación en 1959. A través de esta conexión, la izquierda nacionalista vasca busca legitimar y justificar la actuacion de Euskadi Ta Askatasuna no solamente durante su oposicion al regimen franquista, sino tambien la continuacion de la lucha armada tras la llegada de la democracia. Para lograr su objetivo de vincular a los verdaderos Gudaris y a los autodenominados “ Nuevos Gudaris”, el relato de la izquierda abertzale ha incurrido en una profunda tergiversación de la historia, que intentaré desmontar a través de este artículo.
Para poder entender el concepto de Gudari(soldado vasco) y su utilización política a través de la historia contemporánea del País Vasco, es necesario reflexionar acerca de la especificidad de la Guerra Civil en esta región y por ende de su desarrollo y consecuencias. A diferencia de lo sucedido en otras regiones, la sublevación militar no obtuvo el mismo resultado en todos los territorios vascos, entre los cuales voy a incluir a Navarra por su cercanía histórica y social con las tres provincias vascas . Mientras que los militares sublevados se hicieron con el control de Navarra y Araba con el apoyo del carlismo , Bizkaia y Gipuzkoa se mantuvieron leales a la República. Si bien a comienzos de la guerra, dentro del gobierno vasco existieron dudas sobre a qué bando apoyar , la aprobación del primer Estatuto de Autonomía para Euskadi una vez iniciada la guerra, hizo que el Gobierno Vasco se inclinara en favor de la República, pero estableciendo como objetivo principal la defensa de los intereses de Euskadi y la supervivencia del pueblo vasco. En ese contexto y ante el avance de las tropas sublevadas, el gobierno liderado por el Lehendakari Aguirre decidió la creación del Eusko Gudarostea y de la marina auxiliar de Euskadi para defender el territorio controlado por el Gobierno Vasco, que en esa etapa de la guerra incluía la totalidad de Bizkaia y algunas zonas de Gipuzkoa y Araba.
Como he mencionado anteriormente, la singularidad de la situación de Euskadi en aquel entonces provocó que tanto el gobierno, como la sociedad y el ejército vasco tuvieran una concepción de la guerra y de sus objetivos, muy distintas a la de sus aliados republicanos, y por ende una manera de actuar muy diferente. El entorno del PNV defendía la idea de que el pueblo vasco, había sido obligado a participar en una guerra que no le interesaba, y en la cual solo debían defenderse los intereses de Euskadi. La cuestión religiosa también jugó un papel muy importante, ya que una de las características propias de la guerra en el País Vasco , fue el enfrentamiento entre los nacionalistas vascos católicos y el bando sublevado que consideraba la guerra como una cruzada en defensa de España y la fe católica. Esto provocó una división en el seno de la iglesia vasca, entre quienes que pensaban que el gobierno debía apoyar la sublevación y quienes no.
El humanismo fue otras de las características que describen la labor de la administración vasca y de su ejército, desde el inicio de la guerra hasta la caída de Bilbao. Los Gudaris no solamente pelearon por la libertad de Euskadi, su autogobierno y la supervivencia del pueblo vasco, sino también en defensa de la libertad de religión, de la propiedad privada y para evitar una revolución social. Es por ello que muchos especialistas se refieren a este periodo como el Oasis Vasco, haciendo referencia a la diferencia entre las medidas tomadas por la administración vasca y las tomadas en el resto de la zona republicana . Los batallones del Eusko Gudarostea no solo se enfrentaron a las tropas sublevadas y la intervención de la Italia fascista y de la Alemania nazi, sino que tambien debieron hacerse cargo de evitar que las milicias republicanas impongan su regimen de terror en las poblaciones vascas. Esta descripción de la actuación de los Gudaris es de vital importancia para confrontar el relato promovido por la izquierda abertzale en la posteridad. Quienes cayeron defendiendo las poblaciones vascas en las montañas de Bizkaia, en el mar cantábrico o durante la defensa de Bilbao, lo hicieron por el compromiso que tenían con la defensa de su pueblo y de sus instituciones. Pero también para evitar una revolución social y defender la libertad religiosa.
El análisis realizado anteriormente debe servir como herramienta para evitar cualquier tipo de tergiversación del término Gudari. Quienes participaron en la defensa de su tierra , y vivieron en carne propia las atrocidades cometidas contra su pueblo , nada tienen que ver con quienes intentaron imponer el miedo y el terror en la sociedad vasca a través de las bombas y los asesinatos. Porque no es lo mismo estar dispuesto a morir en defensa de la patria, que estar dispuesto a matar indiscriminadamente y defender como estrategia una idea tan nefasta como la socialización del sufrimiento a través de la utilización de la violencia extrema. Que pensarian los Gudaris que se negaron a utilizar la táctica de tierra arrasada, haciendo oídos sordos a los mandos republicanos, en los días previos a la caída de Bilbao, para si posibilitar un futuro crecimiento económico y evitar un mayor sufrimiento a la sociedad, de los asesinatos perpetrados por ETA contra empresarios vascos ante su negativa a pagar el impuesto revolucionario, o que pensarian del intento de destruir el Guggenheim símbolo de la ciudad, que ellos buscaron proteger a toda costa. Qué pensarían los Gudaris que fueron testigos de los cobardes ataques aéreos dirigidos contra la población civil en Gernika y Durango, de la nefasta ponencia Oldartzen.
Personalmente creo que tras realizar una análisis histórico, sociológico e ideológico es posible decir que el proyecto politico del Partido Nacionalista Vasco y su continuidad historica a traves del tiempo puede considerarse heredo de la lucha los Gudaris que defendieron Euskadi durante la guerra. Pero jamás pueden considerarse Gudaris quienes continuaron la lucha armada luego de la llegada de la democracia, la sanción de la Constitución de 1978 y de la entrada en vigor del Estatuto de Gernika, un estatuto muy superior en competencias al de 1936. El Gudari Eguna, debe ser una fecha en la que la sociedad vasca honre a los verdaderos mártires que dieron la vida en defensa de su pueblo y de sus libertades, y no debe utilizarse para justificar la violencia ejercida por ETA para imponer sus objetivos políticos. Una vez más estamos ante una situación en la que la izquierda abertzale busca imponer su relato y amoldar la historia a su gusto para justificar lo injustificable.
Las muertes de los militantes de Eta “ Txiki” y Otaegui que conmemora la izquierda abertzale en su Gudari Eguna, deberían ser recordadas como las últimas víctimas del régimen franquista y el inicio de una etapa caracterizada por la convivencia pacífica consecuencia de la llegada de la democracia. Pero sin embargo esto no sucede, porque ETA y el entorno de la izquierda abertzale eligieron continuar con la utilización de la violencia extrema como método para alcanzar sus objetivos. El mayor error cometido por la organización y su entorno fue continuar con la lucha armada tras el fin del franquismo y la llegada de la democracia, y por eso no deben ser considerados Gudaris quienes sometieron a la sociedad vasca y al conjunto de la sociedad española a un espiral de violencia injustificado, teniendo la posibilidad promover sus objetivos políticos a través de los canales democráticos establecidos.
Una causa tan noble como la defensa de un pueblo y sus libertades, y la voluntad de resistir en inferioridad de condiciones, enfrentando a las tropas sublevadas que contaban con la ayuda de la maquinaria asesina de la Alemania nazi y de la Italia fascista empleada contra la población civil. Bajo ningún concepto puede ser equiparada con los crímenes cometidos por ETA contra la población y las instituciones de un estado democrático.