¿Es posible una Rusia sin Putin y su régimen autoritario? Si lo es, ¿cómo se podría lograr? Del 4 al 7 de noviembre, algunos de los principales líderes opositores rusos se reunieron en Polonia en una cumbre histórica para abordar este tema. La cumbre contó con políticos de oposición tanto en exilio como algunos recién llegados de Rusia. En ella trataron el futuro de Rusia, cómo les gustaría que fuera, e idearon planes para echar a Putin del poder.
Los participantes aseguran que son legítimos representantes de Rusia, y son leales a su patria al negarse a colaborar con el régimen de Putin. Sin embargo, es cierto que entre ellos no coinciden en todo lo que piensan y sus experiencias. Algunos, por ejemplo, estuvieron en contra de la anexión de Crimea en 2014, mientras que otros la apoyaban. Algunos tienen lazos más estrechos con el poder en Rusia, y otros menos. Se podría decir que lo único importante que los une, en lo que coinciden, es que están en contra del Presidente ruso y de su gobierno, por motivos diferentes.
En general hubo consenso en que no es fácil quitar a Putin del poder, ya que ha consolidado su posición más y más con el tiempo, deshaciéndose de personas no de su confianza, y colocando a sus más fieles aliados en su círculo más cercano, tanto a nivel de gobierno como a nivel personal. El régimen, por tanto, sigue pareciendo bastante sólido. Es por eso que muchos de los líderes opositores aseguran que sin algo violento será imposible derrocarle. Algunos hablan de revolución, y algunos incluso de guerra civil. ¿De verdad sería eso mejor para Rusia? ¿No significaría simplemente más muertes? Cierto es que una revolución o guerra civil probablemente sería bastante sangrienta, pero los que apoyan esta actuación argumentan que no sería tan malo como la guerra en Ucrania (que ya se ha hecho con decenas de miles de vidas rusas).
«Algunos hablan de revolución, y algunos incluso de guerra civil. ¿De verdad sería eso mejor para Rusia?»
Puede que la sociedad rusa tenga algo de tensión debido a la invasión y la movilización, pero da la impresión de que una guerra civil no sería bien recibida por la mayoría de la población.
Sin embargo, una revolución, o una especie de golpe de estado parece más factible (sigue siendo bastante poco probable). Los opositores de la cumbre piensan que podrían conseguir apoyos dentro de las estructuras del régimen ruso si logran organizarse bien y proponer una alternativa más atractiva, y por ello han celebrado la cumbre.
Aun así, por ahora sigue pareciendo improbable que puedan conseguir su objetivo. Son relativamente pocos en número, y muchos están trabajando desde fuera del país. Tendremos que esperar a ver cómo se desarrolla la guerra en Ucrania y, por tanto, la situación política en Rusia, ya que de momento parece poco probable un cambio brusco.
Sam Ferdinand – 9 de noviembre de 2022
¿Es posible una Rusia sin Putin y su régimen autoritario? Si lo es, ¿cómo se podría lograr? Del 4 al 7 de noviembre, algunos de los principales líderes opositores rusos se reunieron en Polonia en una cumbre histórica para abordar este tema. La cumbre contó con políticos de oposición tanto en exilio como algunos recién llegados de Rusia. En ella trataron el futuro de Rusia, cómo les gustaría que fuera, e idearon planes para echar a Putin del poder.
Los participantes aseguran que son legítimos representantes de Rusia, y son leales a su patria al negarse a colaborar con el régimen de Putin. Sin embargo, es cierto que entre ellos no coinciden en todo lo que piensan y sus experiencias. Algunos, por ejemplo, estuvieron en contra de la anexión de Crimea en 2014, mientras que otros la apoyaban. Algunos tienen lazos más estrechos con el poder en Rusia, y otros menos. Se podría decir que lo único importante que los une, en lo que coinciden, es que están en contra del Presidente ruso y de su gobierno, por motivos diferentes.
En general hubo consenso en que no es fácil quitar a Putin del poder, ya que ha consolidado su posición más y más con el tiempo, deshaciéndose de personas no de su confianza, y colocando a sus más fieles aliados en su círculo más cercano, tanto a nivel de gobierno como a nivel personal. El régimen, por tanto, sigue pareciendo bastante sólido. Es por eso que muchos de los líderes opositores aseguran que sin algo violento será imposible derrocarle. Algunos hablan de revolución, y algunos incluso de guerra civil. ¿De verdad sería eso mejor para Rusia? ¿No significaría simplemente más muertes? Cierto es que una revolución o guerra civil probablemente sería bastante sangrienta, pero los que apoyan esta actuación argumentan que no sería tan malo como la guerra en Ucrania (que ya se ha hecho con decenas de miles de vidas rusas).
Puede que la sociedad rusa tenga algo de tensión debido a la invasión y la movilización, pero da la impresión de que una guerra civil no sería bien recibida por la mayoría de la población.
Sin embargo, una revolución, o una especie de golpe de estado parece más factible (sigue siendo bastante poco probable). Los opositores de la cumbre piensan que podrían conseguir apoyos dentro de las estructuras del régimen ruso si logran organizarse bien y proponer una alternativa más atractiva, y por ello han celebrado la cumbre.
Aun así, por ahora sigue pareciendo improbable que puedan conseguir su objetivo. Son relativamente pocos en número, y muchos están trabajando desde fuera del país. Tendremos que esperar a ver cómo se desarrolla la guerra en Ucrania y, por tanto, la situación política en Rusia, ya que de momento parece poco probable un cambio brusco.