Castilla se encontraba en una situación realmente complicada tras la firma del Tratado de Tordesillas y ante la inexistencia de una ruta comercial alternativa con las indias, debido a que se encontraba bloqueada por el Imperio Otomano, que mantenía la posesión del Mar Rojo, se vio obligada a buscar una ruta comercial alternativa. El 12 de octubre de 1492 el reino de Castilla alcanzaría América, más exactamente a una isla en las Antillas que llamarían La Española. Desde las Antillas los españoles organizaron sus expediciones a las zonas civilizadas pobladas por el Imperio Azteca e Inca. El primer imperio indígena en caer fue el azteca y a posteriori sucumbiría el inca. El periodo de conquista de Las Américas duró 40 años.
Los Aztecas o Méxicas destacan por tener un imperio que perduró desde 1.300 a 1.500 d.C. Eran una de las 7 tribus nahuas. El nahua era su lengua, y terminaron imperando sobre el resto de tribus nahuas y no nahuas. Se asentaron en el centro de México en torno al lago Texcoco. Su sistema de gobierno era una monarquía teocrática fuertemente militarizada. Su gran ciudad, Tenochtitlán, se situaba en torno al lago Texcoco y se encontraba poblada por 100.000 habitantes. Las bases económicas sobre las que se sustentaban eran la agricultura enfocada en la producción de calabaza, chile o maíz, el trabajo de los esclavos y los tributos a otras tribus. La cosmovisión religiosa azteca destaca por la figura del Quetzalcoatl que había creado y destruido el mundo en cuatro ocasiones. Y acorde a esta cosmovisión la civilización azteca se encontraba en el quinto sol. Entre los elementos a resaltar del sistema religioso de esta civilización cabe mencionar los sacrificios ofrecidos a los dioses, que se situaban en torno a los 20.000 y 30.000 al año, o el canibalismo. Estos actos los realizaban al objeto de aplacar la furia de los dioses y rendirles tributo.
Los Incas con capital en Cuzco, destacan por ser un imperio territorialmente superior a los aztecas, no obstante, eran una civilización que desconocía la rueda y por tanto tenían grandes dificultades de movilidad. Huayna Capac como Inca y máxima autoridad dividió el imperio entre sus dos hijos, Huáscar y Atahualpa. Esta situación la aprovechó Pizarro. La sociedad era muy jerarquizada con el Inca como máxima autoridad. Se trataba de una sociedad muy militarizada con presencia de la nobleza en el ejército. Poseía una red de caminos bastante notable. Su religiosidad destaca con la construcción de figuras como el Machu Pichu como ciudad religiosa. El sacerdote supremo debía de pertenecer a la familia del Inca, lo que demuestra que era una sociedad bastante teocrática entorno a un monarca.
La caída del Imperio Azteca se produjo de la mano del entonces explorador Hernán Cortés, quien marchó a las tierras aztecas inicialmente con 40 soldados. No obstante, a posteriori recibió refuerzos de 400 hombres. Los españoles apoyados por otras tribus descontentas, entre las que destacaron los Tlaxcaltecas, y Totonacas tomaron Tenochtitlán. A su llegada Cortés recibe el apoyo y la acogida de los Totonacas y los Tlaxcanenses quienes eran otra tribu nahua que aborrecía a los Aztecas y tras un breve conflicto con los españoles se aliaron con ellos frente a los Aztecas quienes eran vistos como el mal mayor. La conquista no habría sido posible de no ser por Marina, quien era una Tlaxcanes y amante de Cortés que le daría la noción del contexto geoestratégico. Durante la llegada de los españoles, los aztecas consideraron que era el fin del quinto sol y Moctezuma, emperador Azteca sería sumiso ante los españoles por motivos religiosos pues temía que era la voluntad de Dios la victoria de los españoles.
Respecto a la conquista del Imperio Inca, fue obra del explorador Francisco Pizarro quien partió desde la actual Panamá con el objetivo de derrotar a los Incas. No obstante, tras su llegada al Imperio, Pizarro se encuentra ante un contexto de guerra civil Inca entre los hermanos Huáscar y Atahualpa tras la división del imperio por el fallecimiento del antepenúltimo Inca, Huayna Cápac, muy similar a la división del Imperio Carolingio tras la muerte del emperador Carlomagno, quedando fragmentando el imperio en manos de sus sucesores. Entre hermanos se acribillaron recíprocamente, de manera cainita, y como consecuencia de ello, el imperio quedó fuertemente debilitado por lo que los españoles les derrotaron, tomando Cuzco en 1533. La genialidad de la estrategia de los españoles fue su astucia de cara a la alianza con otras tribus indígenas. Solo en un año, los españoles derrotaron a los incas.
Sin embargo, desde que se produjo la conquista, se inició el proceso de mestizaje entre ambas culturas, se dio una conversión por parte de los españoles a América, buscando insertarse a este “nuevo mundo”. Figuras de la época como Hernán Cortés, Bernal Díaz del Castillo y Álvar Núñez Cabeza de Vaca se enamorarían del mundo americano. Y como el autor literario mexicano Octavio Paz citó, se produjo un proceso de indianización del cristianismo.
Xavier Rubert de Ventós, filósofo español exiliado, expresa, que este mestizaje se lleva a cabo a través del catolicismo misionero, señalando dos apartados fundamentales, el fuerte sentido de libertad e igualdad que los españoles poseían; y, en segundo lugar, la mentalidad del catolicismo de la contrarreforma.
La incorporación de la población indígena a la organización económica y social fue a través de un proceso largo. Se organizó en resguardos indígenas que con el tiempo conformarían dos repúblicas, una española y otra india. Esto último ocasionaría problemas como las encomiendas o la mita. La primera siendo de origen medieval y centro de explotación para los indios, y la segunda siendo otra explotación en las minas. Los Reyes Católicos pretendían establecer un sistema similar al feudal que hasta ese entonces había imperado en Europa, haciendo que los indios pagasen impuestos como ciudadanos castellanos, o vasallos libres de Castilla, por ello los Reyes Católicos cedían una encomienda a cambio de que los conquistadores ejerciesen la evangelización, lo que a la postre, desembocó en una especie de esclavitud encubierta. Por ello tras darse cuenta la monarquía hispánica del indeseado efecto que generaron las encomiendas, elaboraron nuevas leyes para evitarla bajo el reinado de Carlos I.
Las reducciones indígenas sin embargo fueron de carácter ejemplar. Frente a esto destacó la defensa jurídica y política del indio, subrayando la figura de Montesinos, quien denunció el trato a los indios a través las encomiendas previamente mencionadas, o defendiendo jurídica y políticamente al indio y denunciando el contexto de éstos junto a figuras como Francisco de Vitoria, sacerdote dominico que fue germen de los derechos humanos, quien promulgó una evangelización de América por convencimiento, evangelización en libertad, o persuasión, gracias a su interés por convencer a los nativos se favoreció e impulsó la creación de libros de gramáticas de lenguas autóctonas americanas, siendo esta la mayor labor en hacerse para la conservación de estas lenguas hasta la actualidad. Otras figuras como Bartolomé de las Casas fue uno de los principales defensores de la idea de que los no creyentes no eran necesariamente malos, y que los cristianos podían hacer el mal también, por ello no era lógico que los cristianos tuvieran derechos sobre los “paganos”.
Estas figuras lograron que se produjese la transformación. Mediante medios políticos de presión el imperio español cambió la postura de cara a las indias españolas con las leyes de Burgos firmadas por Fernando el Católico que se confeccionaron merced a la influencia de Montesinos, estableciendo a los indios como hombres libres con todos los derechos de propiedad. Incluía medidas tales como prohibir el trabajo en aquellos que fueren menores de 14 años. Dicha medida iba dirigida a ambos sexos. A posteriori, Bartolomé de las Casas influiría en Carlos I mediante sus denuncias para promulgar el Decreto de Barcelona de 1530. Fueron muy influyentes también las presiones de los Dominicos en Roma y de Francisco de Vitoria en la Universidad de Salamanca.
Las Leyes Nuevas de 1542 establecieron una suerte de legislación social de la época que desató la rebelión de los encomenderos, pues estas leyes consideraban a los reinos de las indias en los mismos términos que el resto de reinos del Imperio. Los indios eran considerados súbditos de pleno derecho de la corona española, hecho que impedía que pudiesen ser esclavizados, y no menos importante, el artículo 35 de las citadas leyes prohibieron definitivamente las encomiendas. Las leyes previamente mencionadas se aplicaron incluso contra algunos de los conquistadores que atentaban contra esta normativa, cabe citar al propio Cristóbal Colón, o Hernando de Lerma quienes cometieron abusos contra los colonos. Y Carlos I llegó a paralizar la conquista de América cuestionando si era legítima y moral.
En España se vivió un gran debate antropológico, ético, jurídico y político referente a la cuestión de los indios. Entraron en liza cuestiones de tal cariz, como si poseían alma y dignidad, o no. Se llevó a efecto una reflexión sobre la naturaleza humana de los indios, los derechos y libertad de los indios, y el valor de la tradición cultural y religiosa de los indios. Destacó la figura de Fray Bernardino Sahagún quien investigaba a los nahuas y demuestra el interés y el amor de la cultura encontrada, dejó patente su apreciación del mestizaje cultural. La evangelización constituyente de América se produce desde el sermón de Montesinos de 1511 hasta el III Concilio de Lima y el III Concilio provincial de México en 1585. No podemos olvidar, el Nican Mopohua, relato de la aparición de la Virgen de Guadalupe en 1531, escrito por Valderiano, en el que se relata que el indio Juan Diego, caminando en Tepeyac tiene una serie de apariciones de una Virgen con rasgos mestizos, era la Virgen de Guadalupe, ella es un hito no sólo en México y sino que es también la patrona de América Latina, del mismo modo que es el símbolo del mestizaje de dos pueblos.
En lo referente a la organización territorial, la primera ciudad fundada fue Santo Domingo en 1496, en la actual República Dominicana. Destacaron los virreinatos (Nueva España, Nueva Granada y Río de la Plata, entre muchos otros), capitanías generales (como la de Santiago) y provincias, que no eran colonias, se trataba de un mismo bloque territorial con las mismas normas, donde con cierta autonomía se gobernaba en nombre de la Corona Española. De cara a la educación se construyeron muchas universidades entre las que cabe mencionar la Universidad Santo Tomás de Aquino en Santo Domingo, y la Universidad de San Marcos de Lima o la Universidad México entre muchas otras.
En lo referente al infame oro, 1/5 parte del oro extraído se dirigió a la Península Ibérica, mientras que los 4/5 restante del total extraído fue dirigido a la inversión y al desarrollo de las infraestructuras del resto del imperio. Todo el oro que se extrajo de las Américas fueron un total de 180.000 kilogramos según la casa de Contratación de Sevilla, órgano encargado de controlar el comercio, una cantidad muy inferior a la que el Imperio Romano extrajo de la actual España, que se cuantifica en un total de 230.000 kilogramos. Y del mismo modo que es una cantidad equiparable a la que extraen actualmente en estos países al año, destacando ejemplos como México que extrajo 120.000 kilogramos de oro solo en el año 2015, o en Perú en su máximo histórico extrajo 200.000 en el año 2005. Y además, para más inri, mucho de este oro está siendo destinado a compañías como Goldcorp y Barrick Gold que se llevan la mayoría de este oro en acuerdos puramente desproporcionados entre estas compañías y los gobiernos de estos respectivos países.
Tampoco podemos olvidar instituciones como el Protector de Indios, institución creada por la corona española en las Américas, responsable del bienestar de las poblaciones nativas, que se desarrolló del siglo XVI hasta el siglo XIX. Estos tenían la función de proteger a los indígenas en pleitos y juicios, gratuitamente, del mismo modo que velaban por el bienestar de ellos, estos estaban llamados a ser parte de aquellos contratos de los que los indios fuesen parte, llegando a actuar como intermediario en muchos casos pues estaban obligados a saber la lengua del aborigen, y la falta de intervención de estos en los contratos podía suponer la rescisión del contrato. No debemos olvidar que el Protector tenía relación con el virrey y rendía informes directamente al rey.
Respecto a las concentraciones de población indígena denominadas reducciones, destacaron las reducciones guaraníes en las que se respetó la estructura cultural de los indios, y destacó la gran labor de los jesuitas logrando elaborar un sistema próspero y pacífico en el que se organizó a los indios libremente para evangelizarles, otorgándoles la capacidad de desarrollarse libremente, respetándose sus costumbres indígenas, siendo españoles a la misma vez, esto se puede apreciar en hechos objetivos como que el uso y la existencia del guaraní es notable en Paraguay, siendo un claro ejemplo de mestizaje.
De la misma manera, se llevó un desarrollo artístico de estas reducciones. También fue un éxito económico pues los jesuitas suministraron a los guaraníes medios de apertura. Se produjeron grandes avances científicos y de botánica. Sin embargo, tras 1767 se experimentaría un declive para estas reducciones debido a que el rey Carlos III expulsó a los jesuitas por el gran poder que habían adquirido (de los que muchos eran guaraníes) en el ya Estado Español. En Bolivia también hubo reducciones, pero organizadas por los Franciscanos quienes, aunque eran menos organizados, las llevaron a efecto con éxito también.
¿Pero se cometió un Genocidio? Primero debemos examinar qué significa el concepto genocidio. Es la aniquilación, o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social por motivos étnicos, políticos, o religiosos. A modo de ejemplo citamos el caso del Tercer Reich y el exterminio del pueblo judío. Si nos atenemos a ese concepto, no parece tener mucho sentido. ¿A caso tiene algún tipo de coherencia la creencia de que los españoles cometieron un genocidio siendo claramente inferiores numéricamente a los indígenas? Tampoco parece tener mucho sentido. Hubo masacres en la conquista, conquista que previamente hemos mencionado que no solo hicieron los numéricamente inferiores españoles, sino también los propios indígenas aliados de los españoles, puesto, que era una conquista, no obstante, no hubo ningún genocidio. No había ninguna intención como el historiador británico Henry Kamen refleja, puesto que el exterminio de los indígenas habría supuesto erradicar a su propia mano de obra.
En lo referente a los abusos cometidos en el periodo virreinal por algunos conquistadores jamás fueron hechos en nombre de la Corona Española, estos actos eran crímenes tipificados y penados en las Leyes de Indias, por lo que como ya mencioné previamente, los infractores resultaron ajusticiados acorde a los mecanismos legales de la época.
No se puede criticar ni la conquista de América ni el periodo imperial, ni ningún periodo histórico con la mentalidad del siglo XXI, puesto que aquellos hombres y ese periodo es el producto resultante de su respectivo tiempo histórico.
En resumen, América Latina es producto del mestizaje de ambas culturas, hispana y aborigen que siguen presentes hoy en día. Y para concluir, citando a Federico García Lorca, cabe decir: “El Español que no ha estado en América Latina, no sabe qué es España”.
“El Español que no ha estado en América Latina, no sabe qué es España”
Castilla se encontraba en una situación realmente complicada tras la firma del Tratado de Tordesillas y ante la inexistencia de una ruta comercial alternativa con las indias, debido a que se encontraba bloqueada por el Imperio Otomano, que mantenía la posesión del Mar Rojo, se vio obligada a buscar una ruta comercial alternativa. El 12 de octubre de 1492 el reino de Castilla alcanzaría América, más exactamente a una isla en las Antillas que llamarían La Española. Desde las Antillas los españoles organizaron sus expediciones a las zonas civilizadas pobladas por el Imperio Azteca e Inca. El primer imperio indígena en caer fue el azteca y a posteriori sucumbiría el inca. El periodo de conquista de Las Américas duró 40 años.
Los Aztecas o Méxicas destacan por tener un imperio que perduró desde 1.300 a 1.500 d.C. Eran una de las 7 tribus nahuas. El nahua era su lengua, y terminaron imperando sobre el resto de tribus nahuas y no nahuas. Se asentaron en el centro de México en torno al lago Texcoco. Su sistema de gobierno era una monarquía teocrática fuertemente militarizada. Su gran ciudad, Tenochtitlán, se situaba en torno al lago Texcoco y se encontraba poblada por 100.000 habitantes. Las bases económicas sobre las que se sustentaban eran la agricultura enfocada en la producción de calabaza, chile o maíz, el trabajo de los esclavos y los tributos a otras tribus. La cosmovisión religiosa azteca destaca por la figura del Quetzalcoatl que había creado y destruido el mundo en cuatro ocasiones. Y acorde a esta cosmovisión la civilización azteca se encontraba en el quinto sol. Entre los elementos a resaltar del sistema religioso de esta civilización cabe mencionar los sacrificios ofrecidos a los dioses, que se situaban en torno a los 20.000 y 30.000 al año, o el canibalismo. Estos actos los realizaban al objeto de aplacar la furia de los dioses y rendirles tributo.
Los Incas con capital en Cuzco, destacan por ser un imperio territorialmente superior a los aztecas, no obstante, eran una civilización que desconocía la rueda y por tanto tenían grandes dificultades de movilidad. Huayna Capac como Inca y máxima autoridad dividió el imperio entre sus dos hijos, Huáscar y Atahualpa. Esta situación la aprovechó Pizarro. La sociedad era muy jerarquizada con el Inca como máxima autoridad. Se trataba de una sociedad muy militarizada con presencia de la nobleza en el ejército. Poseía una red de caminos bastante notable. Su religiosidad destaca con la construcción de figuras como el Machu Pichu como ciudad religiosa. El sacerdote supremo debía de pertenecer a la familia del Inca, lo que demuestra que era una sociedad bastante teocrática entorno a un monarca.
La caída del Imperio Azteca se produjo de la mano del entonces explorador Hernán Cortés, quien marchó a las tierras aztecas inicialmente con 40 soldados. No obstante, a posteriori recibió refuerzos de 400 hombres. Los españoles apoyados por otras tribus descontentas, entre las que destacaron los Tlaxcaltecas, y Totonacas tomaron Tenochtitlán. A su llegada Cortés recibe el apoyo y la acogida de los Totonacas y los Tlaxcanenses quienes eran otra tribu nahua que aborrecía a los Aztecas y tras un breve conflicto con los españoles se aliaron con ellos frente a los Aztecas quienes eran vistos como el mal mayor. La conquista no habría sido posible de no ser por Marina, quien era una Tlaxcanes y amante de Cortés que le daría la noción del contexto geoestratégico. Durante la llegada de los españoles, los aztecas consideraron que era el fin del quinto sol y Moctezuma, emperador Azteca sería sumiso ante los españoles por motivos religiosos pues temía que era la voluntad de Dios la victoria de los españoles.
Respecto a la conquista del Imperio Inca, fue obra del explorador Francisco Pizarro quien partió desde la actual Panamá con el objetivo de derrotar a los Incas. No obstante, tras su llegada al Imperio, Pizarro se encuentra ante un contexto de guerra civil Inca entre los hermanos Huáscar y Atahualpa tras la división del imperio por el fallecimiento del antepenúltimo Inca, Huayna Cápac, muy similar a la división del Imperio Carolingio tras la muerte del emperador Carlomagno, quedando fragmentando el imperio en manos de sus sucesores. Entre hermanos se acribillaron recíprocamente, de manera cainita, y como consecuencia de ello, el imperio quedó fuertemente debilitado por lo que los españoles les derrotaron, tomando Cuzco en 1533. La genialidad de la estrategia de los españoles fue su astucia de cara a la alianza con otras tribus indígenas. Solo en un año, los españoles derrotaron a los incas.
Sin embargo, desde que se produjo la conquista, se inició el proceso de mestizaje entre ambas culturas, se dio una conversión por parte de los españoles a América, buscando insertarse a este “nuevo mundo”. Figuras de la época como Hernán Cortés, Bernal Díaz del Castillo y Álvar Núñez Cabeza de Vaca se enamorarían del mundo americano. Y como el autor literario mexicano Octavio Paz citó, se produjo un proceso de indianización del cristianismo.
Xavier Rubert de Ventós, filósofo español exiliado, expresa, que este mestizaje se lleva a cabo a través del catolicismo misionero, señalando dos apartados fundamentales, el fuerte sentido de libertad e igualdad que los españoles poseían; y, en segundo lugar, la mentalidad del catolicismo de la contrarreforma.
La incorporación de la población indígena a la organización económica y social fue a través de un proceso largo. Se organizó en resguardos indígenas que con el tiempo conformarían dos repúblicas, una española y otra india. Esto último ocasionaría problemas como las encomiendas o la mita. La primera siendo de origen medieval y centro de explotación para los indios, y la segunda siendo otra explotación en las minas. Los Reyes Católicos pretendían establecer un sistema similar al feudal que hasta ese entonces había imperado en Europa, haciendo que los indios pagasen impuestos como ciudadanos castellanos, o vasallos libres de Castilla, por ello los Reyes Católicos cedían una encomienda a cambio de que los conquistadores ejerciesen la evangelización, lo que a la postre, desembocó en una especie de esclavitud encubierta. Por ello tras darse cuenta la monarquía hispánica del indeseado efecto que generaron las encomiendas, elaboraron nuevas leyes para evitarla bajo el reinado de Carlos I.
Las reducciones indígenas sin embargo fueron de carácter ejemplar. Frente a esto destacó la defensa jurídica y política del indio, subrayando la figura de Montesinos, quien denunció el trato a los indios a través las encomiendas previamente mencionadas, o defendiendo jurídica y políticamente al indio y denunciando el contexto de éstos junto a figuras como Francisco de Vitoria, sacerdote dominico que fue germen de los derechos humanos, quien promulgó una evangelización de América por convencimiento, evangelización en libertad, o persuasión, gracias a su interés por convencer a los nativos se favoreció e impulsó la creación de libros de gramáticas de lenguas autóctonas americanas, siendo esta la mayor labor en hacerse para la conservación de estas lenguas hasta la actualidad. Otras figuras como Bartolomé de las Casas fue uno de los principales defensores de la idea de que los no creyentes no eran necesariamente malos, y que los cristianos podían hacer el mal también, por ello no era lógico que los cristianos tuvieran derechos sobre los “paganos”.
Estas figuras lograron que se produjese la transformación. Mediante medios políticos de presión el imperio español cambió la postura de cara a las indias españolas con las leyes de Burgos firmadas por Fernando el Católico que se confeccionaron merced a la influencia de Montesinos, estableciendo a los indios como hombres libres con todos los derechos de propiedad. Incluía medidas tales como prohibir el trabajo en aquellos que fueren menores de 14 años. Dicha medida iba dirigida a ambos sexos. A posteriori, Bartolomé de las Casas influiría en Carlos I mediante sus denuncias para promulgar el Decreto de Barcelona de 1530. Fueron muy influyentes también las presiones de los Dominicos en Roma y de Francisco de Vitoria en la Universidad de Salamanca.
Las Leyes Nuevas de 1542 establecieron una suerte de legislación social de la época que desató la rebelión de los encomenderos, pues estas leyes consideraban a los reinos de las indias en los mismos términos que el resto de reinos del Imperio. Los indios eran considerados súbditos de pleno derecho de la corona española, hecho que impedía que pudiesen ser esclavizados, y no menos importante, el artículo 35 de las citadas leyes prohibieron definitivamente las encomiendas. Las leyes previamente mencionadas se aplicaron incluso contra algunos de los conquistadores que atentaban contra esta normativa, cabe citar al propio Cristóbal Colón, o Hernando de Lerma quienes cometieron abusos contra los colonos. Y Carlos I llegó a paralizar la conquista de América cuestionando si era legítima y moral.
En España se vivió un gran debate antropológico, ético, jurídico y político referente a la cuestión de los indios. Entraron en liza cuestiones de tal cariz, como si poseían alma y dignidad, o no. Se llevó a efecto una reflexión sobre la naturaleza humana de los indios, los derechos y libertad de los indios, y el valor de la tradición cultural y religiosa de los indios. Destacó la figura de Fray Bernardino Sahagún quien investigaba a los nahuas y demuestra el interés y el amor de la cultura encontrada, dejó patente su apreciación del mestizaje cultural. La evangelización constituyente de América se produce desde el sermón de Montesinos de 1511 hasta el III Concilio de Lima y el III Concilio provincial de México en 1585. No podemos olvidar, el Nican Mopohua, relato de la aparición de la Virgen de Guadalupe en 1531, escrito por Valderiano, en el que se relata que el indio Juan Diego, caminando en Tepeyac tiene una serie de apariciones de una Virgen con rasgos mestizos, era la Virgen de Guadalupe, ella es un hito no sólo en México y sino que es también la patrona de América Latina, del mismo modo que es el símbolo del mestizaje de dos pueblos.
En lo referente a la organización territorial, la primera ciudad fundada fue Santo Domingo en 1496, en la actual República Dominicana. Destacaron los virreinatos (Nueva España, Nueva Granada y Río de la Plata, entre muchos otros), capitanías generales (como la de Santiago) y provincias, que no eran colonias, se trataba de un mismo bloque territorial con las mismas normas, donde con cierta autonomía se gobernaba en nombre de la Corona Española. De cara a la educación se construyeron muchas universidades entre las que cabe mencionar la Universidad Santo Tomás de Aquino en Santo Domingo, y la Universidad de San Marcos de Lima o la Universidad México entre muchas otras.
En lo referente al infame oro, 1/5 parte del oro extraído se dirigió a la Península Ibérica, mientras que los 4/5 restante del total extraído fue dirigido a la inversión y al desarrollo de las infraestructuras del resto del imperio. Todo el oro que se extrajo de las Américas fueron un total de 180.000 kilogramos según la casa de Contratación de Sevilla, órgano encargado de controlar el comercio, una cantidad muy inferior a la que el Imperio Romano extrajo de la actual España, que se cuantifica en un total de 230.000 kilogramos. Y del mismo modo que es una cantidad equiparable a la que extraen actualmente en estos países al año, destacando ejemplos como México que extrajo 120.000 kilogramos de oro solo en el año 2015, o en Perú en su máximo histórico extrajo 200.000 en el año 2005. Y además, para más inri, mucho de este oro está siendo destinado a compañías como Goldcorp y Barrick Gold que se llevan la mayoría de este oro en acuerdos puramente desproporcionados entre estas compañías y los gobiernos de estos respectivos países.
Tampoco podemos olvidar instituciones como el Protector de Indios, institución creada por la corona española en las Américas, responsable del bienestar de las poblaciones nativas, que se desarrolló del siglo XVI hasta el siglo XIX. Estos tenían la función de proteger a los indígenas en pleitos y juicios, gratuitamente, del mismo modo que velaban por el bienestar de ellos, estos estaban llamados a ser parte de aquellos contratos de los que los indios fuesen parte, llegando a actuar como intermediario en muchos casos pues estaban obligados a saber la lengua del aborigen, y la falta de intervención de estos en los contratos podía suponer la rescisión del contrato. No debemos olvidar que el Protector tenía relación con el virrey y rendía informes directamente al rey.
Respecto a las concentraciones de población indígena denominadas reducciones, destacaron las reducciones guaraníes en las que se respetó la estructura cultural de los indios, y destacó la gran labor de los jesuitas logrando elaborar un sistema próspero y pacífico en el que se organizó a los indios libremente para evangelizarles, otorgándoles la capacidad de desarrollarse libremente, respetándose sus costumbres indígenas, siendo españoles a la misma vez, esto se puede apreciar en hechos objetivos como que el uso y la existencia del guaraní es notable en Paraguay, siendo un claro ejemplo de mestizaje.
De la misma manera, se llevó un desarrollo artístico de estas reducciones. También fue un éxito económico pues los jesuitas suministraron a los guaraníes medios de apertura. Se produjeron grandes avances científicos y de botánica. Sin embargo, tras 1767 se experimentaría un declive para estas reducciones debido a que el rey Carlos III expulsó a los jesuitas por el gran poder que habían adquirido (de los que muchos eran guaraníes) en el ya Estado Español. En Bolivia también hubo reducciones, pero organizadas por los Franciscanos quienes, aunque eran menos organizados, las llevaron a efecto con éxito también.
¿Pero se cometió un Genocidio? Primero debemos examinar qué significa el concepto genocidio. Es la aniquilación, o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social por motivos étnicos, políticos, o religiosos. A modo de ejemplo citamos el caso del Tercer Reich y el exterminio del pueblo judío. Si nos atenemos a ese concepto, no parece tener mucho sentido. ¿A caso tiene algún tipo de coherencia la creencia de que los españoles cometieron un genocidio siendo claramente inferiores numéricamente a los indígenas? Tampoco parece tener mucho sentido. Hubo masacres en la conquista, conquista que previamente hemos mencionado que no solo hicieron los numéricamente inferiores españoles, sino también los propios indígenas aliados de los españoles, puesto, que era una conquista, no obstante, no hubo ningún genocidio. No había ninguna intención como el historiador británico Henry Kamen refleja, puesto que el exterminio de los indígenas habría supuesto erradicar a su propia mano de obra.
En lo referente a los abusos cometidos en el periodo virreinal por algunos conquistadores jamás fueron hechos en nombre de la Corona Española, estos actos eran crímenes tipificados y penados en las Leyes de Indias, por lo que como ya mencioné previamente, los infractores resultaron ajusticiados acorde a los mecanismos legales de la época.
No se puede criticar ni la conquista de América ni el periodo imperial, ni ningún periodo histórico con la mentalidad del siglo XXI, puesto que aquellos hombres y ese periodo es el producto resultante de su respectivo tiempo histórico.
En resumen, América Latina es producto del mestizaje de ambas culturas, hispana y aborigen que siguen presentes hoy en día. Y para concluir, citando a Federico García Lorca, cabe decir: “El Español que no ha estado en América Latina, no sabe qué es España”.