El pasado miércoles 25 de enero PP y PSOE anunciaban un pacto para modificar el artículo 49 de la Constitución. ¿El objetivo? Cambiar el término “disminuidos” por el de “personas con discapacidad”.
La reforma en sí corresponde a una mayor sensibilización por parte de la ciudadanía con este colectivo. El cambio no es más que un gesto, un gesto que sirve para demostrar el compromiso de las instituciones públicas para la integración total de las personas con discapacidad en nuestro país.
Este anuncio provocó indignación en algunas partes de España, no por esta reforma en concreto, sino porque había algunas reformas en la mesa que PP y PSOE han rechazado de facto.
Una de ellas se trata de una reivindicación histórica de la Comunidad Valenciana.
Tener la competencia para poder legislar en materia civil como hacen Cataluña, País Vasco, Navarra, Aragón, Galicia o Islas Baleares.
Valencia fue uno de los reinos más importantes de España, tuvo un siglo de oro literario anterior al castellano y al catalán.
Era una de las potencias económicas más importantes de España. Debido a su localización estratégica en el este de la Península Ibérica, Valencia exportaba bienes agrícolas y textiles al resto de Europa. Fue también clave a la hora de conformar el Reino de Aragón durante la Edad Media, así como en la unión de Castilla y Aragón.
¿Por qué Valencia no tiene derecho a legislar en materia civil? Nuestra Constitución en su artículo 149 1. 8º dice que «El Estado tiene competencia exclusiva sobre las siguientes materias: Legislación civil, sin perjuicio de la conservación, modificación, y desarrollo por las Comunidades Autónomas de los derechos civiles, forales o especiales, ALLÍ DONDE EXISTAN«
Esta última parte queridos lectores, es fundamental. Durante la Guerra de Sucesión Española, que se produjo al fallecer Carlos II de España y no tener descendencia. Nuestro país se dividió en dos bandos. Valencia apoyaba al Archiduque Carlos de Austria mientras que otros territorios, como lo que conocemos hoy como País Vasco, apoyaban a Felipe de Anjou.
La Guerra terminó con la firma del Tratado de Utrecht, así como la publicación de los Decretos de Nueva Planta por el rey Felipe V de Borbón, derogando los fueros del Reino de Valencia.
Estos fueros eran un conjunto de privilegios y derechos que nos daban la competencia de tener un sistema autónomo de justicia y administración.
Al estar derogados, no se aplican.Esto ha sido ratificado por el Tribunal Constitucional en 2016. Las Cortes Valencianas en 2020 instaron al gobierno a cambiar la Constitución, para cambiar el artículo 149 1. 8o y así poder legislar en materia civil. Esta proposición tuvo el apoyo de PPCV, PSPV, Compromís y Unidas Podemos.
Es incomprensible, a mi parecer, que se nos niegue este derecho en España, un país plural que reconoce la historia y fueros de los antiguos reinos que la conforman.
Otra reivindicación histórica de mi tierra ha sido y es la financiación autonómica.
Tanto PP-CV como PS-PV se culpan mutuamente cuando están en la oposición de que no son lo suficientemente contundentes con el Gobierno de la Nación en lo referente a este tema.
La Comunidad Valenciana es la comunidad autónoma que menos fondos públicos recibe per cápita.
Fuente: 5 días y FEDEA
Los agricultores del sureste de España se manifestaron hace 2 semanas debido al anuncio del Ministerio de Transición Ecológica de recortar el volumen de agua trasvasado del río Tajo al río Segura, el más importante del sur de España.
La Comunidad Valenciana tiene una gran industria agrícola debido a nuestra gran tradición y fértiles tierras. Es una pena ver cómo, poco a poco, se va destruyendo el campo.
En las grandes superficies no encuentras naranjas valencianas. Encuentras sudafricanas, israelís o brasileñas. Esto es debido a la defensa inexistente de «lo nuestro» en las instituciones europeas, que hacen acuerdos con estos países sin tener en cuenta el campo español.
Por último, y esto es una reivindicación personal. La defensa del valenciano como lengua independiente del catalán.
Desde las instituciones educativas de toda España, se enseña que el catalán es una lengua y el valenciano un dialecto de esta hablado en la Comunidad Valenciana.
Déjenme explicarles por qué esto no es así. Entre los historiadores y filólogos existe un consenso acerca de que primero se desarrolla la lengua hablada y a continuación la lengua escrita.
Explíquenme cómo es posible que el catalán sea más antiguo que el valenciano si la primera biblia traducida al valenciano data del año 1477, siendo la cuarta biblia impresa más antigua del mundo y la catalana data de casi 4 siglos después.
Tirant Lo Blanc fue la primera novela escrita en valenciano, que le sirvió a Miguel de Cervantes como inspiración para escribir Don Quijote de la Mancha. Joanot Martorell, autor de la obra, era valenciano y hablaba valenciano.
En definitiva, hemos visto como los valencianos tenemos mucho que defender. Una cultura y tradición históricas. Una lengua rica y antigua que merece que quienes la usan la defiendan.
Por último, revindicar que se nos trate con respeto desde las instituciones públicas y luchemos por una financiación justa y por el campo valenciano.
Ya lo dice el himno de mi tierra «Para ofrendar nuevas glorias a España, hermanos venid»
El pasado miércoles 25 de enero PP y PSOE anunciaban un pacto para modificar el artículo 49 de la Constitución. ¿El objetivo? Cambiar el término “disminuidos” por el de “personas con discapacidad”.
La reforma en sí corresponde a una mayor sensibilización por parte de la ciudadanía con este colectivo. El cambio no es más que un gesto, un gesto que sirve para demostrar el compromiso de las instituciones públicas para la integración total de las personas con discapacidad en nuestro país.
Este anuncio provocó indignación en algunas partes de España, no por esta reforma en concreto, sino porque había algunas reformas en la mesa que PP y PSOE han rechazado de facto.
Una de ellas se trata de una reivindicación histórica de la Comunidad Valenciana.
Tener la competencia para poder legislar en materia civil como hacen Cataluña, País Vasco, Navarra, Aragón, Galicia o Islas Baleares.
Valencia fue uno de los reinos más importantes de España, tuvo un siglo de oro literario anterior al castellano y al catalán.
Era una de las potencias económicas más importantes de España. Debido a su localización estratégica en el este de la Península Ibérica, Valencia exportaba bienes agrícolas y textiles al resto de Europa. Fue también clave a la hora de conformar el Reino de Aragón durante la Edad Media, así como en la unión de Castilla y Aragón.
¿Por qué Valencia no tiene derecho a legislar en materia civil? Nuestra Constitución en su artículo 149 1. 8º dice que «El Estado tiene competencia exclusiva sobre las siguientes materias: Legislación civil, sin perjuicio de la conservación, modificación, y desarrollo por las Comunidades Autónomas de los derechos civiles, forales o especiales, ALLÍ DONDE EXISTAN«
Esta última parte queridos lectores, es fundamental. Durante la Guerra de Sucesión Española, que se produjo al fallecer Carlos II de España y no tener descendencia. Nuestro país se dividió en dos bandos. Valencia apoyaba al Archiduque Carlos de Austria mientras que otros territorios, como lo que conocemos hoy como País Vasco, apoyaban a Felipe de Anjou.
La Guerra terminó con la firma del Tratado de Utrecht, así como la publicación de los Decretos de Nueva Planta por el rey Felipe V de Borbón, derogando los fueros del Reino de Valencia.
Estos fueros eran un conjunto de privilegios y derechos que nos daban la competencia de tener un sistema autónomo de justicia y administración.
Al estar derogados, no se aplican.Esto ha sido ratificado por el Tribunal Constitucional en 2016. Las Cortes Valencianas en 2020 instaron al gobierno a cambiar la Constitución, para cambiar el artículo 149 1. 8o y así poder legislar en materia civil. Esta proposición tuvo el apoyo de PPCV, PSPV, Compromís y Unidas Podemos.
Es incomprensible, a mi parecer, que se nos niegue este derecho en España, un país plural que reconoce la historia y fueros de los antiguos reinos que la conforman.
Otra reivindicación histórica de mi tierra ha sido y es la financiación autonómica.
Tanto PP-CV como PS-PV se culpan mutuamente cuando están en la oposición de que no son lo suficientemente contundentes con el Gobierno de la Nación en lo referente a este tema.
La Comunidad Valenciana es la comunidad autónoma que menos fondos públicos recibe per cápita.
Los agricultores del sureste de España se manifestaron hace 2 semanas debido al anuncio del Ministerio de Transición Ecológica de recortar el volumen de agua trasvasado del río Tajo al río Segura, el más importante del sur de España.
La Comunidad Valenciana tiene una gran industria agrícola debido a nuestra gran tradición y fértiles tierras. Es una pena ver cómo, poco a poco, se va destruyendo el campo.
En las grandes superficies no encuentras naranjas valencianas. Encuentras sudafricanas, israelís o brasileñas. Esto es debido a la defensa inexistente de «lo nuestro» en las instituciones europeas, que hacen acuerdos con estos países sin tener en cuenta el campo español.
Por último, y esto es una reivindicación personal. La defensa del valenciano como lengua independiente del catalán.
Desde las instituciones educativas de toda España, se enseña que el catalán es una lengua y el valenciano un dialecto de esta hablado en la Comunidad Valenciana.
Déjenme explicarles por qué esto no es así. Entre los historiadores y filólogos existe un consenso acerca de que primero se desarrolla la lengua hablada y a continuación la lengua escrita.
Explíquenme cómo es posible que el catalán sea más antiguo que el valenciano si la primera biblia traducida al valenciano data del año 1477, siendo la cuarta biblia impresa más antigua del mundo y la catalana data de casi 4 siglos después.
Tirant Lo Blanc fue la primera novela escrita en valenciano, que le sirvió a Miguel de Cervantes como inspiración para escribir Don Quijote de la Mancha. Joanot Martorell, autor de la obra, era valenciano y hablaba valenciano.
En definitiva, hemos visto como los valencianos tenemos mucho que defender. Una cultura y tradición históricas. Una lengua rica y antigua que merece que quienes la usan la defiendan.
Por último, revindicar que se nos trate con respeto desde las instituciones públicas y luchemos por una financiación justa y por el campo valenciano.
Ya lo dice el himno de mi tierra «Para ofrendar nuevas glorias a España, hermanos venid»
Juntos, nuestra voz es más fuerte.
Valencianos, es hora de defender lo nuestro.