Iker González Rodríguez-Priego – «El Salvador» – 17 de abril de 2023
El Salvador es un país que ha llamado la atención mundial debido a las recientes decisiones políticas y económicas de su presidente, Nayib Bukele. Sin embargo, antes de la llegada de Bukele al poder, el país enfrentaba una situación complicada en términos económicos, políticos y sociales. En este artículo, exploraremos la situación previa a la presidencia de Bukele y analizaremos las políticas y medidas que ha implementado su gobierno en la actualidad para abordar las problemáticas del país.
Durante los últimos 20 años, en términos económicos, el país ha experimentado altibajos en su crecimiento económico, los primeros años del siglo XXI, la economía salvadoreña experimentó un crecimiento moderado, gracias en gran parte a la estabilidad macroeconómica y a la inversión extranjera, aunque esta no duraría demasiado ya que en la última década, el crecimiento económico de El Salvador había sido bajo en los años previos a la llegada de Bukele, con una tasa promedio del 2% entre 2014 y 2018.
Además, la economía de El Salvador se ha caracterizado por una alta dependencia de las remesas familiares y del sector informal, aquella economía invisible para el estado, lo que ha limitado las oportunidades de empleo para muchos salvadoreños además del expolio fiscal que aplicaban desde los distintos gobiernos y ayuntamientos. Esto ha provocado grandes inseguridades para los inversores extranjeros que, a pesar de la ubicación estratégica del país no confiaban en la estabilidad política y económica del mismo.
En cuanto a la política salvadoreña, destacamos la fuerte polarización y una falta de consenso político. El bipartidismo de los partidos políticos tradicionales, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), no ha logrado resolver los problemas estructurales del país.
Si todos estos problemas no eran suficientes, El Salvador se enfrentaba a un déficit fiscal importante antes de la llegada de Bukele. En 2018, el déficit fiscal fue del 3,1% del PIB, lo que afectaba la capacidad del gobierno para financiar programas sociales y de inversión, una situación parecida a la de España.
Estos motivos generan el cultivo perfecto para la corrupción, el clientelismo y la falta de transparencia en la gestión pública que han sido problemas recurrentes que ya se habían infiltrado en todas las instituciones del país, lo que ha generado una desconfianza absoluta en la política y en los partidos tradicionales.
El Salvador ha enfrentado problemas de pobreza, desigualdad y exclusión social. El Salvador tenía una alta tasa de pobreza y desigualdad económica antes de la llegada de Bukele, con el 29% de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza en 2018. Además, la brecha entre ricos y pobres era amplia, lo que contribuía a la exclusión social y económica de los grupos más vulnerables.
Otro de los problemas más grandes del país reside en los altos niveles de violencia y criminalidad además de las pandillas. El Salvador es uno de los países más violentos del mundo, con altas tasas de homicidios y crimen organizado. En 2018, el país registró una tasa de homicidios de 50,3 por cada 100.000 habitantes, una de las cifras que más asustan y de las más altas de América Latina.
Nayib Bukele se enfrenta a uno de los mayores retos para un político, restructurar un país con un potencial brutal, fomentar la creación de infraestructuras, reestablecer el sistema fiscal del país, intentar paliar la brecha entre ricos y pobres, etc…
Pues si no es poco el trabajo que tiene por delante, Nayib Bukele, político y empresario salvadoreño, asumió la presidencia de El Salvador en 2019 al frente del partido “Nuevas Ideas”, y desde entonces, el país ha experimentado una serie de cambios en sus políticas económicas, políticas y sociales.
De entre todas las medidas que ha adoptado Bukele vamos a desglosarlas según su categoría:
En el ámbito económico nos encontramos:
Ley Bitcoin:El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en adoptar el Bitcoin como moneda de curso legal en septiembre de 2021. Esta medida fue bastante criticada por muchos otros países y alabada por aquellos que creen en una transición a las monedas digitales. El objetivo de Bukele es fomentar la inclusión financiera y reducir la dependencia del dólar estadounidense y lo está intentando hacer habiendo realizado ya varias compras de Bitcoins a lo largo de su candidatura.
Bukele también ha promovido políticas para atraer inversiones extranjeras y fomentar la creación de empleo en el país. En 2019, se creó la Agencia de Promoción de Inversiones y Exportaciones de El Salvador, con el objetivo de facilitar la inversión y el comercio internacional además de anunciar hace un par de días, la retirada de impuestos a toda la innovación tecnológica, como programas de software, creación de IA´s o la manufactura de hardware.
En 2021, el gobierno de Bukele presentó una propuesta de reforma fiscal que buscaba mejorar la recaudación de impuestos además de reducir el déficit fiscal del país. Entre las medidas propuestas se encuentran la creación de un impuesto a las grandes fortunas y la eliminación de exenciones fiscales para empresas y sectores específicos. Bukele sostiene que esta permitirá mejorar la capacidad fiscal del Estado y financiar programas sociales y proyectos de inversión, veamos si el tiempo le da la razón.
Otras de las medidas adoptadas para atraer inversión extranjera han sido reformas en las infraestructuras del país como vemos en la ampliación del Aeropuerto Internacional de El Salvador, la construcción del nuevo hospital El Salvador, la remodelación del Estadio Cuscatlán, de entre muchos otros proyectos.
En cuanto al ámbito político y social:
El gobierno de Bukele ha impulsado una reforma de la administración pública muy necesaria para mejorar la eficiencia y transparencia del Estado, la cual hasta entonces carecía de credibilidad alguna. Entre las medidas implementadas se incluyen la simplificación de trámites administrativos, la digitalización de procesos como el registro civil, el sistema de salud y el sistema educativo además de reducir el número de ministerios y secretarías, medidas que han permitido empequeñecer la burocracia, el gasto público, los cargos a dedo y mejorar la atención a la ciudadanía además de fomentar la iniciativa privada.
De entre los pilares fundamentales de una sociedad, nos encontramos que la más importante es la educación y Bukele trata de fortalecer el sistema educativo del país entregando uniformes y material escolar gratuito, ampliando la cobertura educativa en zonas rurales e implementando programas de formación y capacitación docente para poder escolarizar al mayor número de personas posibles.
Otra medida se encuentra en la ampliación de programas sociales para atender las necesidades de los sectores más vulnerables del país. Uno de estos programas es el programa de paquetes alimentarios, que ha beneficiado a más de 1.4 millones de familias en el país en 2021, según datos del Ministerio de Desarrollo Local y Vivienda.
Para hacer frente al problema de las “Pandillas” ha establecido el Plan de Control Territorial: una estrategia de seguridad pública y que trata de luchar contra la criminalidad. Según el gobierno, el Plan Control Territorial ha logrado reducir los índices de criminalidad en el país. Por ejemplo, en el primer semestre de 2021, El Salvador registró una disminución del 59,8% en los homicidios en comparación con el mismo período del año anterior, según el Observatorio de Violencia de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).
El Salvador es un país el cual se ha enfrentado a muchos problemas parecidos a los de países vecinos, una fuerte corrupción por parte del gobierno, una economía débil, fuertes tasas de criminalidad y violencia y podríamos seguir enumerando catástrofes. Si bien es verdad que existen políticos con buen corazón y que de verdad quieren ver un cambio en su país, la estrategia empresarial que está adoptando Nayib Bukele para devolver a su País a la vida, vemos que en el corto plazo sí que está alcanzando algunas de las metas que se había propuesto y algunas en tiempo récord. Bukele han generado un cambio significativo en la economía y la política del país desde su llegada a la presidencia y esperamos que esta trayectoria siga siendo creciente en el largo plazo.
Por favor Bukele, no decepciones a aquellos que creen en tu proyecto y calla con evidencias a quienes te critican sin fundamentos sin descuidar a aquellos a los que prometiste ayudar.
«Muchos son los llamador, pero pocos son los elegidos»
Iker González Rodríguez-Priego – «El Salvador» – 17 de abril de 2023
El Salvador es un país que ha llamado la atención mundial debido a las recientes decisiones políticas y económicas de su presidente, Nayib Bukele. Sin embargo, antes de la llegada de Bukele al poder, el país enfrentaba una situación complicada en términos económicos, políticos y sociales. En este artículo, exploraremos la situación previa a la presidencia de Bukele y analizaremos las políticas y medidas que ha implementado su gobierno en la actualidad para abordar las problemáticas del país.
Durante los últimos 20 años, en términos económicos, el país ha experimentado altibajos en su crecimiento económico, los primeros años del siglo XXI, la economía salvadoreña experimentó un crecimiento moderado, gracias en gran parte a la estabilidad macroeconómica y a la inversión extranjera, aunque esta no duraría demasiado ya que en la última década, el crecimiento económico de El Salvador había sido bajo en los años previos a la llegada de Bukele, con una tasa promedio del 2% entre 2014 y 2018.
Además, la economía de El Salvador se ha caracterizado por una alta dependencia de las remesas familiares y del sector informal, aquella economía invisible para el estado, lo que ha limitado las oportunidades de empleo para muchos salvadoreños además del expolio fiscal que aplicaban desde los distintos gobiernos y ayuntamientos. Esto ha provocado grandes inseguridades para los inversores extranjeros que, a pesar de la ubicación estratégica del país no confiaban en la estabilidad política y económica del mismo.
En cuanto a la política salvadoreña, destacamos la fuerte polarización y una falta de consenso político. El bipartidismo de los partidos políticos tradicionales, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), no ha logrado resolver los problemas estructurales del país.
Si todos estos problemas no eran suficientes, El Salvador se enfrentaba a un déficit fiscal importante antes de la llegada de Bukele. En 2018, el déficit fiscal fue del 3,1% del PIB, lo que afectaba la capacidad del gobierno para financiar programas sociales y de inversión, una situación parecida a la de España.
Estos motivos generan el cultivo perfecto para la corrupción, el clientelismo y la falta de transparencia en la gestión pública que han sido problemas recurrentes que ya se habían infiltrado en todas las instituciones del país, lo que ha generado una desconfianza absoluta en la política y en los partidos tradicionales.
El Salvador ha enfrentado problemas de pobreza, desigualdad y exclusión social. El Salvador tenía una alta tasa de pobreza y desigualdad económica antes de la llegada de Bukele, con el 29% de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza en 2018. Además, la brecha entre ricos y pobres era amplia, lo que contribuía a la exclusión social y económica de los grupos más vulnerables.
Otro de los problemas más grandes del país reside en los altos niveles de violencia y criminalidad además de las pandillas. El Salvador es uno de los países más violentos del mundo, con altas tasas de homicidios y crimen organizado. En 2018, el país registró una tasa de homicidios de 50,3 por cada 100.000 habitantes, una de las cifras que más asustan y de las más altas de América Latina.
Nayib Bukele se enfrenta a uno de los mayores retos para un político, restructurar un país con un potencial brutal, fomentar la creación de infraestructuras, reestablecer el sistema fiscal del país, intentar paliar la brecha entre ricos y pobres, etc…
Pues si no es poco el trabajo que tiene por delante, Nayib Bukele, político y empresario salvadoreño, asumió la presidencia de El Salvador en 2019 al frente del partido “Nuevas Ideas”, y desde entonces, el país ha experimentado una serie de cambios en sus políticas económicas, políticas y sociales.
De entre todas las medidas que ha adoptado Bukele vamos a desglosarlas según su categoría:
En el ámbito económico nos encontramos:
Ley Bitcoin:El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en adoptar el Bitcoin como moneda de curso legal en septiembre de 2021. Esta medida fue bastante criticada por muchos otros países y alabada por aquellos que creen en una transición a las monedas digitales. El objetivo de Bukele es fomentar la inclusión financiera y reducir la dependencia del dólar estadounidense y lo está intentando hacer habiendo realizado ya varias compras de Bitcoins a lo largo de su candidatura.
Bukele también ha promovido políticas para atraer inversiones extranjeras y fomentar la creación de empleo en el país. En 2019, se creó la Agencia de Promoción de Inversiones y Exportaciones de El Salvador, con el objetivo de facilitar la inversión y el comercio internacional además de anunciar hace un par de días, la retirada de impuestos a toda la innovación tecnológica, como programas de software, creación de IA´s o la manufactura de hardware.
En 2021, el gobierno de Bukele presentó una propuesta de reforma fiscal que buscaba mejorar la recaudación de impuestos además de reducir el déficit fiscal del país. Entre las medidas propuestas se encuentran la creación de un impuesto a las grandes fortunas y la eliminación de exenciones fiscales para empresas y sectores específicos. Bukele sostiene que esta permitirá mejorar la capacidad fiscal del Estado y financiar programas sociales y proyectos de inversión, veamos si el tiempo le da la razón.
Otras de las medidas adoptadas para atraer inversión extranjera han sido reformas en las infraestructuras del país como vemos en la ampliación del Aeropuerto Internacional de El Salvador, la construcción del nuevo hospital El Salvador, la remodelación del Estadio Cuscatlán, de entre muchos otros proyectos.
En cuanto al ámbito político y social:
El gobierno de Bukele ha impulsado una reforma de la administración pública muy necesaria para mejorar la eficiencia y transparencia del Estado, la cual hasta entonces carecía de credibilidad alguna. Entre las medidas implementadas se incluyen la simplificación de trámites administrativos, la digitalización de procesos como el registro civil, el sistema de salud y el sistema educativo además de reducir el número de ministerios y secretarías, medidas que han permitido empequeñecer la burocracia, el gasto público, los cargos a dedo y mejorar la atención a la ciudadanía además de fomentar la iniciativa privada.
De entre los pilares fundamentales de una sociedad, nos encontramos que la más importante es la educación y Bukele trata de fortalecer el sistema educativo del país entregando uniformes y material escolar gratuito, ampliando la cobertura educativa en zonas rurales e implementando programas de formación y capacitación docente para poder escolarizar al mayor número de personas posibles.
Otra medida se encuentra en la ampliación de programas sociales para atender las necesidades de los sectores más vulnerables del país. Uno de estos programas es el programa de paquetes alimentarios, que ha beneficiado a más de 1.4 millones de familias en el país en 2021, según datos del Ministerio de Desarrollo Local y Vivienda.
Para hacer frente al problema de las “Pandillas” ha establecido el Plan de Control Territorial: una estrategia de seguridad pública y que trata de luchar contra la criminalidad. Según el gobierno, el Plan Control Territorial ha logrado reducir los índices de criminalidad en el país. Por ejemplo, en el primer semestre de 2021, El Salvador registró una disminución del 59,8% en los homicidios en comparación con el mismo período del año anterior, según el Observatorio de Violencia de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).
El Salvador es un país el cual se ha enfrentado a muchos problemas parecidos a los de países vecinos, una fuerte corrupción por parte del gobierno, una economía débil, fuertes tasas de criminalidad y violencia y podríamos seguir enumerando catástrofes. Si bien es verdad que existen políticos con buen corazón y que de verdad quieren ver un cambio en su país, la estrategia empresarial que está adoptando Nayib Bukele para devolver a su País a la vida, vemos que en el corto plazo sí que está alcanzando algunas de las metas que se había propuesto y algunas en tiempo récord. Bukele han generado un cambio significativo en la economía y la política del país desde su llegada a la presidencia y esperamos que esta trayectoria siga siendo creciente en el largo plazo.
Por favor Bukele, no decepciones a aquellos que creen en tu proyecto y calla con evidencias a quienes te critican sin fundamentos sin descuidar a aquellos a los que prometiste ayudar.