More

    El Mossad vs La Comunidad Ultraortodoxa en Israel

    La situación actual de Israel es bastante crítica. Está degenerando en una fractura social como consecuencia de la iniciativa del Primer Ministro Benjamin Netanyahu, de dotar al Parlamento de un mayor poder frente al poder judicial. Esta reforma atenta contra la separación de poderes del Estado israelí, y puede conllevar a la desaparición de los contrapoderes y los órganos de control, con lo que a la postre provocaría derivas autoritarias.

    No obstante, no podemos ignorar el artículo periodístico de fecha 8 de abril de 2023, del Washington Post, que ponía de manifiesto la brecha social en el Estado de Israel. De acuerdo con la información publicada en este medio, en el que se filtraría un documento en el que reflejaría que en el mes de febrero, altos líderes del Mossad abogaron por un fomento de las protestas contra la iniciativa de reforma del poder judicial defendida por el Primer Ministro. Ello significa, que ni más ni menos, es el mismísimo Mossad el que estaría interviniendo directamente en la política interna del Estado de Israel.

    A posteriori de la filtración de los documentos antes aludidos, por parte del medio estadounidense, el gobierno de Netanyahu realizó todos los esfuerzos posibles a los efectos de mostrar de cara al público fortaleza y estabilidad de su gobierno. Incluso confeccionó un comunicado en el que se manifestaba que el Mossad y su personal no se habían involucrado en las manifestaciones, y su única función era y es la de servir al Estado.

    Este fenómeno es bastante interesante, pues pese a la modernidad del Estado de Israel y sus visiones, que pueden llegar a ser bastante liberales sobre muchos aspectos, por su indudable conexión y lazos con las democracias liberales occidentales, se encuentra en una situación bastante precaria y hostil de cara a sus vecinos, lo que lleva a que políticas militaristas e identitarias se vean fortalecidas en el país judío.

    Esta tendencia o visión, que algunos llegarían a catalogar como reaccionaria, colisiona hoy en día, más que nunca, con las fuerzas liberales que han hecho de Israel un país económicamente relevante, un país con seguridad jurídica, y por encima de todo, con apoyo a nivel internacional.

    Por tanto, podemos apreciar una tendencia liberal, más capitalista, frente a una tendencia más militarista, e identitaria. Ambas tendencias han podido convivir hasta la fecha. No obstante este suceso, con el paso del tiempo, se va haciendo menos posible.

    El autoritarismo y la erosión democrática se están viendo fortalecidos como consecuencia del apoyo de la población ultraortodoxa sionista, que es una población que ha ido cobrando más relevencia, puesto a que ha incrementado, que nada tiene que ver con otra parte de la comunidad judía profundamente ortodoxa que se opone al sionismo.

    Estos últimos van de la mano de argumentos que nos podrían recordar a visiones profundamente anarquistas, pero que tienen bastante coherencia, se oponen a la existencia de un Estado judío, ya que su religión se opone firmemente a matar, o a robar, y en concreto las cloacas de los Estados no se salvan de esto puesto que son propensos a realizar estas dos acciones.

    Por tanto, se aprecia un fenómeno en el que posturas ultraortodoxas están creciendo, del mismo modo que lo hacen otras comunidades como las árabes-israelíes, las identitarias, las liberales, por citar algunas de ellas, y la colisión entre estas, llegan a hacer reflexionar sobre la cuestión de si estas comunidades pueden seguir conviviendo como lo han estado haciendo hasta la fecha.

    A día de hoy da la impresión de que Israel se va a aproximar al autoritarismo y militarismo de sus vecinos. El caso de Israel hasta cierto punto se llega a asemejar al de la República de Turquía en el que también se aprecia una gran diversidad de posicionamientos políticos y religiosos que colisionan entre sí, y que actualmente tiene una tendencia populista, autocrática y militarista. No obstante, con una comunidad liberal bastante establecida, pese a la figura de Erdogan.

    El crecimiento de la comunidad ultraortodoxa parece un gran desafío hacia la configuración del Estado de Israel tal y como lo conocemos a día de hoy, pudiendo atentar contra la integridad del propio Estado. A estos efectos recordamos el aforismo “divide et vinces”. Esta comunidad se ha negado a cumplir con obligaciones tanto cívicas como militares, lo que ha generado resentimiento y divisiones en la sociedad israelí.

    Muchos israelíes ven a la comunidad ultraortodoxa como un grupo privilegiado que se beneficia de exenciones especiales y subsidios del Estado sin contribuir adecuadamente a la sociedad.

    Las demandas de esta comunidad de un mayor control religioso sobre la vida pública y su rechazo a las obligaciones cívicas y militares pueden socavar la separación de poderes del Estado y erosionar la igualdad ante la ley. Además, su negativa a integrarse plenamente en la sociedad israelí puede perpetuar las divisiones sociales y la falta de cohesión nacional.

    Es importante que el Estado de Israel mantenga su compromiso con la democracia y el pluralismo, y que fomente la integración y la participación plena de todos los ciudadanos en la sociedad y en las obligaciones cívicas y militares. Al mismo tiempo, es necesario reconocer la complejidad de los desafíos que enfrenta Israel y buscar soluciones constructivas y respetuosas de los derechos y libertades fundamentales de todos los ciudadanos, incluyendo a la comunidad ultraortodoxa.

    “divide et vinces”

    Artículos más recientes

    spot_img

    Related articles

    Deja tu comentario

    Por favor ingrese su comentario!
    Por favor ingrese su nombre aquí