Víctor Pla Cid – La gran brecha – 9 de junio de 2023
En 1992, Nieves Quiles publicó un paper en torno a la discriminación y el estigma social desde la perspectiva de la psicología (“Estigmatización y marginación social de colectivos de jóvenes”). En las 24 páginas que dura el escrito, se abordan diversas cuestiones de dimensión social: la discriminación a las personas con síndrome de Down, discapacidades físicas, deformidades físicas, etc. Éste paper, pese a tener más de tres décadas, sigue siendo de especial relevancia y no debe caer en el olvido. Hoy en día la comunidad gitana sigue siendo la gran discriminada en España, y parece ser un problema estructural.
En 2018 la Fundación Secretariado Gitano publicó un infograma explicando la brecha social existente entre la población gitana y la española (“Estudio sobre empleo, pobreza y población gitana”).
Podemos recalcar dos grandes áreas del estudio: educación y pobreza. A nivel educativo, vemos como solo el 17% de los gitanos han completado la ESO, frente al 80% de la población general. Incluso así, podemos ver cómo las mujeres son las que peor parte se llevan, ya que solo el 15,5% de ellas tienen la educación secundaria (frente al 95% de la población femenina general).
La tasa de analfabetismo para los gitanos es del 6% para los hombres y del 14% para las mujeres; para la población general: 2%. Esta falta de educación básica acarrea una serie de problemas que perpetúan la desigualdad entre gitanos y españoles. Esta gran brecha se sigue perpetuando mediante la precariedad laboral, marginalizándolas en barrios de renta (muy) baja. Y no es para menos, ya que el 92% de ellos están en riesgo de pobreza (según AROPE), el 46% en situación de extrema pobreza y la tasa de pobreza infantil roza el 90%.
La discriminación que enfrenta la comunidad gitana en España es una herida abierta en nuestra sociedad que aún no ha sido sanada por completo. La persistencia de desigualdades, la pobreza, el desempleo y otros problemas similares son claros indicadores de la necesidad de abordar esta situación urgentemente.
Para superar la discriminación, debemos promover políticas inclusivas que aborden las desigualdades y generen oportunidades reales para la comunidad gitana. Esto implica no solo proporcionar acceso a la educación de calidad, la atención médica y la vivienda adecuada, sino también fomentar la igualdad de oportunidades laborales y eliminar los prejuicios arraigados.
La discriminación contra la comunidad gitana no solo es un problema de ellos, sino un reflejo de nuestra sociedad en su conjunto. Solo al enfrentar y abordar esta injusticia, podremos avanzar hacia una España más justa, igualitaria y respetuosa con la diversidad. Es hora de que nos unamos en solidaridad y emprendamos acciones concretas para poner fin a la discriminación y construir un futuro en el que todos seamos valorados y respetados por igual.
la comunidad gitana sigue siendo la gran discriminada en España
Víctor Pla Cid – La gran brecha – 9 de junio de 2023
En 1992, Nieves Quiles publicó un paper en torno a la discriminación y el estigma social desde la perspectiva de la psicología (“Estigmatización y marginación social de colectivos de jóvenes”). En las 24 páginas que dura el escrito, se abordan diversas cuestiones de dimensión social: la discriminación a las personas con síndrome de Down, discapacidades físicas, deformidades físicas, etc. Éste paper, pese a tener más de tres décadas, sigue siendo de especial relevancia y no debe caer en el olvido. Hoy en día la comunidad gitana sigue siendo la gran discriminada en España, y parece ser un problema estructural.
En 2018 la Fundación Secretariado Gitano publicó un infograma explicando la brecha social existente entre la población gitana y la española (“Estudio sobre empleo, pobreza y población gitana”).
Podemos recalcar dos grandes áreas del estudio: educación y pobreza. A nivel educativo, vemos como solo el 17% de los gitanos han completado la ESO, frente al 80% de la población general. Incluso así, podemos ver cómo las mujeres son las que peor parte se llevan, ya que solo el 15,5% de ellas tienen la educación secundaria (frente al 95% de la población femenina general).
La tasa de analfabetismo para los gitanos es del 6% para los hombres y del 14% para las mujeres; para la población general: 2%. Esta falta de educación básica acarrea una serie de problemas que perpetúan la desigualdad entre gitanos y españoles. Esta gran brecha se sigue perpetuando mediante la precariedad laboral, marginalizándolas en barrios de renta (muy) baja. Y no es para menos, ya que el 92% de ellos están en riesgo de pobreza (según AROPE), el 46% en situación de extrema pobreza y la tasa de pobreza infantil roza el 90%.
La discriminación que enfrenta la comunidad gitana en España es una herida abierta en nuestra sociedad que aún no ha sido sanada por completo. La persistencia de desigualdades, la pobreza, el desempleo y otros problemas similares son claros indicadores de la necesidad de abordar esta situación urgentemente.
Para superar la discriminación, debemos promover políticas inclusivas que aborden las desigualdades y generen oportunidades reales para la comunidad gitana. Esto implica no solo proporcionar acceso a la educación de calidad, la atención médica y la vivienda adecuada, sino también fomentar la igualdad de oportunidades laborales y eliminar los prejuicios arraigados.
La discriminación contra la comunidad gitana no solo es un problema de ellos, sino un reflejo de nuestra sociedad en su conjunto. Solo al enfrentar y abordar esta injusticia, podremos avanzar hacia una España más justa, igualitaria y respetuosa con la diversidad. Es hora de que nos unamos en solidaridad y emprendamos acciones concretas para poner fin a la discriminación y construir un futuro en el que todos seamos valorados y respetados por igual.