Angela Merkel, líder del partido democratacristiano alemán (CDU), desde el año 2000 además de canciller de Alemania desde 2005, durante su tiempo en el cargo, ha abordado una amplia variedad de temas, desde la política económica y fiscal hasta la energía y la política exterior.
Hoy venimos a exponer cuáles han sido las políticas que tomó en su momento para poder hacer frente a la crisis del 2008, y qué panorama heredamos y si seguimos conservándolo hoy.
Primer mandato 2005-2009
A finales de los años 90, Alemania experimentó un período de crecimiento económico impulsado por la exportación, la innovación tecnológica y el surgimiento de nuevos sectores industriales. Este período de crecimiento fue conocido como el «milagro económico alemán» y se caracterizó por la estabilidad económica, la baja inflación y la creación de empleo.
Sin embargo, a medida que avanzaba la década de 2000, la economía alemana comenzó a enfrentar nuevos desafíos y a estancarse gracias a los gobiernos socialdemócratas y los “verdes”. La crisis de las puntocom y el 11 de septiembre de 2001 además de la introducción del euro y la integración de Europa planteó nuevos desafíos para la economía alemana.
Al momento de que Merkel asumiera el poder en el año 2005, la situación económica de Alemania seguía siendo similar a la que se había presentado antes, el déficit público seguía violando el Pacto de Estabilidad Europeo, ya que se encontraba por encima del 3% establecido por los mecanismos fiscales europeo. La tasa de desempleo también seguía siendo elevada, mientras que la deuda pública continuaba creciendo.
Durante los primeros años de su mandato, Merkel se enfocó en implementar una serie de reformas económicas que incluyeron la aplicación de una «nueva economía social de mercado» y la modernización del Estado Federal de Alemania.
Para lograr esto, Merkel y su equipo reformaron la estructura gubernamental y promovieron la ciencia, la investigación y la innovación. Se aumentaron los impuestos indirectos como el IVA y el tipo máximo del IRPF, se retrasó la edad de jubilación de los 65 a los 67 años y se simplificó el sistema de Seguridad Social mediante el aumento de las cotizaciones. Además, se estableció como objetivo aumentar la inversión en investigación y desarrollo hasta alcanzar el 3% del PIB.
La política económica de Merkel se centró en la excelencia, la internacionalidad y la “libertad”, con el fin de fomentar la competitividad y el crecimiento económico de Alemania.
Los resultados nos sugieren que, desde su mandato el índice de desempleo se redujo en picado en un periodo de 2 años, además de hacer frente exitosamente a la crisis del 2008 sin haber dañado tanto la economía alemana.
Es más, consiguió reducir el déficit presupuestario, que es a la diferencia entre los ingresos y los gastos del gobierno durante un período de tiempo determinado y no a la deuda pública, que se refiere al monto total de dinero que el gobierno debe a los acreedores externos e internos y que se ha mantenido siempre alta, en concreto alrededor del 70% en Alemania.
Si nos fijamos en el PIB de Alemania podemos observar como desde 2005 hasta 2021, el PIB ha crecido un 50% aproximadamente, de los 2.85 M que registraba en 2005 hasta los 4.26 M que dejó al final de su candidatura en un periodo de 16 años, crecimiento que se podría alabar o criticarlo de un avance lento para toda la inversión que ha habido durante estos años.
Segundo mandato 2009-2013
En un contexto de crisis en el sector inmobiliario como fue la del 2008, Merkel prosiguió con sus políticas de austeridad económica, fomento en la innovación y la infraestructura de su país, en resumen, adaptar la política económica con la que entró adaptándola a cada uno de sus mandatos.
Como hemos visto en graficas anteriores, Merkel siguió con la campaña del «freno de deuda», también conocida como Schuldenbremse. Esta ley se diseñó para mantener la estabilidad presupuestaria y cumplir con el Pacto Europeo de Estabilidad y Crecimiento, aunque contemplaba varias excepciones.
En primer lugar, la Federación podía tener un déficit estructural del 0,35% en relación con el PIB nominal, lo que se considera un principio de equilibrio presupuestario.
En segundo lugar, se permitió a la Federación y a los Länder desviarse de la norma de equilibrio presupuestario cuando la evolución económica se desvíe de las condiciones normales, lo que se conoce como «excepción económica».
Por último, se aceptó la excepción a la aplicación de la regla de equilibrio presupuestario en caso de catástrofes naturales o situaciones de emergencia inusuales que perjudiquen sustancialmente la capacidad financiera del Estado, un claro ejemplo fue la crisis del covid-19.
La política de austeridad alemana se basaba en el «cero negro»(Schwarze Null), una política presupuestaria sin nuevas deudas que constituye la regla suprema de la política presupuestaria alemana.
Entre otra de sus reformas, cabe destacar su reforma laboral, en la que se incluyen puntos como: aumentar la flexibilidad del mercado laboral y reducir la protección laboral de los trabajadores temporales, contratos de duración limitada para un período de hasta dos años, derecho a la misma remuneración que los trabajadores permanentes después de nueve meses de trabajo en la misma empresa o la reducción de las cotizaciones de seguridad social para trabajos temporales.
Todas estas medidas lograron que la tasa de desempleo se situara en el 3.6% en el año 2021, después de una crisis como la del covid-19.
Ahora bien, no solo fueron estas medias las que provocaron el “milagro alemán”, sino que además Merkel estableció una política para reducir la deuda del país mediante el Schuldenbremse, “freno de deuda”, que se basaba en excluir la financiación a través de la deuda con el objetivo de mantener la estabilidad presupuestaria en cumplimiento del Pacto europeo de Estabilidad y Crecimiento aunque este contemplaba algunas excepciones, una medida bastante positiva pero que realmente a medida del tiempo ha pasado a ser ineficaz.
Viviendo en un sistema de endeudamiento perpetuo como en el que llevamos viviendo desde el abandono del patrón oro realmente el efecto conseguido no es más que frenar lo inevitable y que en la actualidad se teme una de las mayores crisis financieras vistas en toda la historia.
Tercer mandato y cuarto mandato 2013-2021
Durante sus últimos dos mandatos como Canciller de Alemania, Angela Merkel dejó un legado económico mixto. Desde 2013, su liderazgo se vio marcado por su manejo de la crisis financiera, la implementación de reformas estructurales y desafíos como la crisis de refugiados.
En cuanto a los primeros dos, podemos ver que Merkel en todo momento tuvo mano firme en cuanto al seguimiento de sus políticas que hemos comentado a lo largo de este artículo y en el que durante sus últimos 8 años no ha hecho más que reforzar aquellas políticas que sí hemos podido ver cómo han alcanzado sus objetivos.
En concreto me gustaría volver a recalcar esas políticas de austeridad que llevaron a Alemania a una reducción masiva de la deuda llegando a alcanzar un superávit presupuestario, una templanza absoluta al atravesar lo que fue la crisis del 2008 llegando a ser de los países menos afectados y con una de las mejores recuperaciones de la Eurozona o la rápida recuperación en cuanto al desempleo y que vimos como a lo largo de los años se fue reduciendo.
La mayor de las críticas que sufrió Merkel fue debido a su política extranjera en cuanto a la gestión de migrantes ilegales dentro de Alemania, ya que para ser considerado uno de los partidos conservadores del país, esta fue una política de puertas abiertas para refugiados e inmigrantes.
Si nos fijamos en lo que nos dicen los datos, vemos como desde el comienzo de 2013, Alemania contaba con casi al menos 200 mil refugiados, y cuando empezamos a ver las mayores subidas es a partir de la famosa y denominada crisis de refugiados en el 2015 en el que se empiezan a disparar estos números acogiendo a más de 1 millón de refugiados en un periodo de tan solo 6 años.
De entre las preocupaciones por varios sectores alemanes se encontraban la gestión de toda esta migración, la presión masiva el disparo que hubo en el gasto público, la seguridad y el control fronterizo y una de las peores cuestiones y que en la actualidad es foco de mucho de los problemas que es la integración y cohesión social de estas personas dentro del sistema alemán.
No obstante, me gustaría recalcar que a mi parecer el mandato de Angela Merkel fue un mandato marcado por bastantes dificultades, en el que supo actuar con mano firme y que de verdad adoptó unas políticas que desde luego sorprendieron con sus resultados, se podría decir que Merkel fue un activo político que supo desenvolverse en el sistema imperfecto en el que vivimos actualmente y que esperemos que tome una deriva más liberal.
En general, el legado económico de Angela Merkel se caracteriza por su enfoque en la estabilidad, la austeridad y las reformas estructurales. Si bien obtuvo resultados positivos en términos de reducción de la deuda, crecimiento económico y empleo, también se enfrentó a críticas y desafíos en otros aspectos, como la gestión de la inmigración.
Vielen Dank, Merkel.
«La pregunta no es si somos capaces de cambiar, sino si estamos cambiando lo suficientemente rápido»
Angela Merkel, líder del partido democratacristiano alemán (CDU), desde el año 2000 además de canciller de Alemania desde 2005, durante su tiempo en el cargo, ha abordado una amplia variedad de temas, desde la política económica y fiscal hasta la energía y la política exterior.
Hoy venimos a exponer cuáles han sido las políticas que tomó en su momento para poder hacer frente a la crisis del 2008, y qué panorama heredamos y si seguimos conservándolo hoy.
Primer mandato 2005-2009
A finales de los años 90, Alemania experimentó un período de crecimiento económico impulsado por la exportación, la innovación tecnológica y el surgimiento de nuevos sectores industriales. Este período de crecimiento fue conocido como el «milagro económico alemán» y se caracterizó por la estabilidad económica, la baja inflación y la creación de empleo.
Sin embargo, a medida que avanzaba la década de 2000, la economía alemana comenzó a enfrentar nuevos desafíos y a estancarse gracias a los gobiernos socialdemócratas y los “verdes”. La crisis de las puntocom y el 11 de septiembre de 2001 además de la introducción del euro y la integración de Europa planteó nuevos desafíos para la economía alemana.
Al momento de que Merkel asumiera el poder en el año 2005, la situación económica de Alemania seguía siendo similar a la que se había presentado antes, el déficit público seguía violando el Pacto de Estabilidad Europeo, ya que se encontraba por encima del 3% establecido por los mecanismos fiscales europeo. La tasa de desempleo también seguía siendo elevada, mientras que la deuda pública continuaba creciendo.
Durante los primeros años de su mandato, Merkel se enfocó en implementar una serie de reformas económicas que incluyeron la aplicación de una «nueva economía social de mercado» y la modernización del Estado Federal de Alemania.
Para lograr esto, Merkel y su equipo reformaron la estructura gubernamental y promovieron la ciencia, la investigación y la innovación. Se aumentaron los impuestos indirectos como el IVA y el tipo máximo del IRPF, se retrasó la edad de jubilación de los 65 a los 67 años y se simplificó el sistema de Seguridad Social mediante el aumento de las cotizaciones. Además, se estableció como objetivo aumentar la inversión en investigación y desarrollo hasta alcanzar el 3% del PIB.
La política económica de Merkel se centró en la excelencia, la internacionalidad y la “libertad”, con el fin de fomentar la competitividad y el crecimiento económico de Alemania.
Los resultados nos sugieren que, desde su mandato el índice de desempleo se redujo en picado en un periodo de 2 años, además de hacer frente exitosamente a la crisis del 2008 sin haber dañado tanto la economía alemana.
Es más, consiguió reducir el déficit presupuestario, que es a la diferencia entre los ingresos y los gastos del gobierno durante un período de tiempo determinado y no a la deuda pública, que se refiere al monto total de dinero que el gobierno debe a los acreedores externos e internos y que se ha mantenido siempre alta, en concreto alrededor del 70% en Alemania.
Si nos fijamos en el PIB de Alemania podemos observar como desde 2005 hasta 2021, el PIB ha crecido un 50% aproximadamente, de los 2.85 M que registraba en 2005 hasta los 4.26 M que dejó al final de su candidatura en un periodo de 16 años, crecimiento que se podría alabar o criticarlo de un avance lento para toda la inversión que ha habido durante estos años.
Segundo mandato 2009-2013
En un contexto de crisis en el sector inmobiliario como fue la del 2008, Merkel prosiguió con sus políticas de austeridad económica, fomento en la innovación y la infraestructura de su país, en resumen, adaptar la política económica con la que entró adaptándola a cada uno de sus mandatos.
Como hemos visto en graficas anteriores, Merkel siguió con la campaña del «freno de deuda», también conocida como Schuldenbremse. Esta ley se diseñó para mantener la estabilidad presupuestaria y cumplir con el Pacto Europeo de Estabilidad y Crecimiento, aunque contemplaba varias excepciones.
En primer lugar, la Federación podía tener un déficit estructural del 0,35% en relación con el PIB nominal, lo que se considera un principio de equilibrio presupuestario.
En segundo lugar, se permitió a la Federación y a los Länder desviarse de la norma de equilibrio presupuestario cuando la evolución económica se desvíe de las condiciones normales, lo que se conoce como «excepción económica».
Por último, se aceptó la excepción a la aplicación de la regla de equilibrio presupuestario en caso de catástrofes naturales o situaciones de emergencia inusuales que perjudiquen sustancialmente la capacidad financiera del Estado, un claro ejemplo fue la crisis del covid-19.
La política de austeridad alemana se basaba en el «cero negro»(Schwarze Null), una política presupuestaria sin nuevas deudas que constituye la regla suprema de la política presupuestaria alemana.
Entre otra de sus reformas, cabe destacar su reforma laboral, en la que se incluyen puntos como: aumentar la flexibilidad del mercado laboral y reducir la protección laboral de los trabajadores temporales, contratos de duración limitada para un período de hasta dos años, derecho a la misma remuneración que los trabajadores permanentes después de nueve meses de trabajo en la misma empresa o la reducción de las cotizaciones de seguridad social para trabajos temporales.
Todas estas medidas lograron que la tasa de desempleo se situara en el 3.6% en el año 2021, después de una crisis como la del covid-19.
Ahora bien, no solo fueron estas medias las que provocaron el “milagro alemán”, sino que además Merkel estableció una política para reducir la deuda del país mediante el Schuldenbremse, “freno de deuda”, que se basaba en excluir la financiación a través de la deuda con el objetivo de mantener la estabilidad presupuestaria en cumplimiento del Pacto europeo de Estabilidad y Crecimiento aunque este contemplaba algunas excepciones, una medida bastante positiva pero que realmente a medida del tiempo ha pasado a ser ineficaz.
Viviendo en un sistema de endeudamiento perpetuo como en el que llevamos viviendo desde el abandono del patrón oro realmente el efecto conseguido no es más que frenar lo inevitable y que en la actualidad se teme una de las mayores crisis financieras vistas en toda la historia.
Tercer mandato y cuarto mandato 2013-2021
Durante sus últimos dos mandatos como Canciller de Alemania, Angela Merkel dejó un legado económico mixto. Desde 2013, su liderazgo se vio marcado por su manejo de la crisis financiera, la implementación de reformas estructurales y desafíos como la crisis de refugiados.
En cuanto a los primeros dos, podemos ver que Merkel en todo momento tuvo mano firme en cuanto al seguimiento de sus políticas que hemos comentado a lo largo de este artículo y en el que durante sus últimos 8 años no ha hecho más que reforzar aquellas políticas que sí hemos podido ver cómo han alcanzado sus objetivos.
En concreto me gustaría volver a recalcar esas políticas de austeridad que llevaron a Alemania a una reducción masiva de la deuda llegando a alcanzar un superávit presupuestario, una templanza absoluta al atravesar lo que fue la crisis del 2008 llegando a ser de los países menos afectados y con una de las mejores recuperaciones de la Eurozona o la rápida recuperación en cuanto al desempleo y que vimos como a lo largo de los años se fue reduciendo.
La mayor de las críticas que sufrió Merkel fue debido a su política extranjera en cuanto a la gestión de migrantes ilegales dentro de Alemania, ya que para ser considerado uno de los partidos conservadores del país, esta fue una política de puertas abiertas para refugiados e inmigrantes.
Si nos fijamos en lo que nos dicen los datos, vemos como desde el comienzo de 2013, Alemania contaba con casi al menos 200 mil refugiados, y cuando empezamos a ver las mayores subidas es a partir de la famosa y denominada crisis de refugiados en el 2015 en el que se empiezan a disparar estos números acogiendo a más de 1 millón de refugiados en un periodo de tan solo 6 años.
De entre las preocupaciones por varios sectores alemanes se encontraban la gestión de toda esta migración, la presión masiva el disparo que hubo en el gasto público, la seguridad y el control fronterizo y una de las peores cuestiones y que en la actualidad es foco de mucho de los problemas que es la integración y cohesión social de estas personas dentro del sistema alemán.
No obstante, me gustaría recalcar que a mi parecer el mandato de Angela Merkel fue un mandato marcado por bastantes dificultades, en el que supo actuar con mano firme y que de verdad adoptó unas políticas que desde luego sorprendieron con sus resultados, se podría decir que Merkel fue un activo político que supo desenvolverse en el sistema imperfecto en el que vivimos actualmente y que esperemos que tome una deriva más liberal.
En general, el legado económico de Angela Merkel se caracteriza por su enfoque en la estabilidad, la austeridad y las reformas estructurales. Si bien obtuvo resultados positivos en términos de reducción de la deuda, crecimiento económico y empleo, también se enfrentó a críticas y desafíos en otros aspectos, como la gestión de la inmigración.
Vielen Dank, Merkel.