More

    La Conformación de la Turquía Contemporánea: Un análisis político, ecónomico e histórico

    Resumen Ejecutivo:

    En el presente ensayo se ofrece un análisis exhaustivo de la Turquía contemporánea desde una perspectiva política, económica e histórica. Se examina el legado del Imperio Otomano, el régimen kemalista y los inicios republicanos, así como los períodos multipartidistas y las transformaciones posteriores a 1980. Se analiza el ascenso del AKP y las elecciones de 2023, junto con los desafíos para la consolidación democrática. El artículo proporciona una visión integral de la evolución de Turquía y ofrece reflexiones sobre su futuro.

    Legado Otomano

    La economía del Imperio Otomano no se correspondía con una sociedad industrializada. Su economía era muy tradicional. Exportaban tabaco o algodón entre otros productos y materias primas. El porcentaje de su población que había recibido educación era una tasa muy baja y sus urbes carecían de urbanización. Aunque la estructura otomana se desmoronó hubo un grupo de líderes militares y funcionarios que vieron la oportunidad de este derrumbe para la formación de un Estado-Nación.

    Debemos recordar que en sus inicios el orden otomano estaba gobernado por el Sultán, una figura de gobierno patrimonial de carácter hereditaria. En cuanto al sistema de la propiedad, la tierra era titularidad del Sultán por lo que no existían figuras similares a los señores feudales. Y era el Sultán quien otorgaba a los campesinos, u otras personas, el derecho a cultivar la tierra.

    La sociedad estaba jerarquizada contando con clases como: soldados, figuras religiosas y campesinos. El sistema otomano estaba muy centralizado y todos servían al Sultán. Debemos destacar a los Jenízaros, guardaespaldas personales del Sultán, que tenían su propio salario. Tan sólo los musulmanes podían acceder a los puestos de funcionarios.

    También destaca el sistema Millet, que no era ni más ni menos que la comunidad religiosa.

    En ésta había 4 órdenes principales, a saber: la iglesia ortodoxa griega, los armenios, los judíos y los musulmanes.

    Durante esta primera etapa del imperio había control de precios, y los impuestos no eran excesivos, además tenían la ventaja geoestratégica de tener el estrecho de Suez bajo su control. No obstante, como consecuencia del descubrimiento de las Américas por parte de Castilla, la inflación aumentó ya que la cantidad de oro en circulación se vio incrementada significativamente. Como consecuencia de este último acontecimiento, el sistema otomano fue debilitando fruto del incremento de los impuestos.

    En los 1700s comenzaron a surgir los terratenientes, con derecho a cobrar impuestos sobre las tierras, mediante el sistema Timar que emerge como una forma de recompensa por el servicio militar y militar prestado al Estado.

    Los musulmanes eran la clase más privilegiada. No obstante como consecuencia de la creciente influencia y apogeo del sistema de imperios y monarquías europeas, los otomanos comenzarían a favorecer más a los griegos y armenios quienes eran vistos como mediadores e intermediarios con los imperios cristianos.

    En consecuencia, los otomanos pasaron a tener poca eficacia en el arte de la guerra ya que

    no poseían suficientes avances tecnológicos en esa época para afrontar una guerra contra el denominado Imperio Europeo.

    En lo referente a la cuestión religiosa el posicionamiento en los estratos sociales de los cristianos y judíos cambió, obteniendo un nivel elevado de prosperidad que destacó por el aumento de la capacidad de su influencia política, aunque es no llegaron a acceder a puestos propios del funcionariado.

    Con posterioridad, la situación de los musulmanes cambiaría ya que dejaron de ser parte fundamental de la clase media al no haber un punto intermedio, eran por tanto o pobres o ricos, cosa que no sucedía en el resto de la sociedad adscrita a otros cultos religiosos como cristianos y judíos, cuyos integrantes eran más prósperos y fueron los que obtuvieron el estatus fundamental de clase media.

    Estas clases medias, no musulmanas exigirían cada vez más derechos y a posteriori serían

    los que fomentaban más derechos nacionalistas que serían los disgregadores del orden otomano.

    En definitiva, los otomanos en esta etapa tendrían que lidiar con muchos más problemas, por culpa de estas nuevas y poderosas potencias europeas que habían surgido, incluyendo las nuevas clases feudales, que poco a poco iban debilitando los poderes del Sultán. Entre ellos, la pérdida de múltiples territorios, ello trajo consigo su decadencia.

    Como consecuencia de ello, trataron de desarrollar una serie importante de reformas que pretendían, en buena medida, copiar el sistema occidental a través de una serie de denominadas reformas Tanzimat (años 1839-1976) que lo que buscaban fundamentalmente era la modernización del imperio en todos los aspectos posibles.

    Esta medida resultó muy importante y fue promovida como consecuencia de numerosas derrotas militares contra los Imperios Ruso y Austro-húngaro. Estas derrotas fueron una gran humillación y produjeron un verdadero trauma para los otomanos, dado que estos dos imperios eran considerados como los más débiles.

    En un principio pretendieron modernizar el ejército, pero no sería suficiente solo con modernizar éste, puesto que se requeriría una modernización de todo el sistema. Se establecieron embajadas en estos imperios occidentales, de donde aprenderían tanto su cultura como sus costumbres. Los Jenízaros se rebelaron contra estas políticas de modernización y como consecuencia de ello resultaron neutralizados.

    El Imperio Otomano, durante el siglo XIX, enfrentó una serie de desafíos que pusieron a prueba su supervivencia. Sin embargo, logró mantenerse en pie gracias al equilibrio de poder entre las diferentes potencias mundiales, especialmente el interés del Imperio Británico en contrarrestar la expansión rusa. Esta alianza estratégica permitió al Imperio Otomano sobrevivir, aunque a costa de abrir su mercado de manera similar a como lo hizo China, lo que a la postre, debilitó su economía.

    Las potencias aliadas del Imperio Otomano, como Francia y Gran Bretaña, jugaron un papel crucial en su modernización, enviando funcionarios para establecer nuevas instituciones, principalmente en el ámbito educativo. Sin embargo, este proceso de modernización encontró una fuerte oposición por parte de sectores conservadores islámicos, lo que llevó a la implementación de medidas restrictivas, como el Tanzimat, que limitaba el poder del Sultán.

    A pesar de los intentos de modernización, el Imperio Otomano se vio enfrentado a desafíos tanto internos como externos. Con el surgimiento de estados autocráticos, como Prusia en la década de 1870, los sultanes otomanos intentaron recuperar su poder, pero se encontraron con una capacidad estatal limitada, a ello se le sumaban las tensiones internas.

     Abdülhamid II, uno de los sultanes más destacados de este período, buscó promover la autocracia y el desarrollo simultáneamente, pero enfrentó conflictos entre comunidades religiosas y una falta de acción del Estado para abordar los problemas.

    A medida que el Imperio Otomano se integraba al mercado mundial, su economía no lograba industrializarse adecuadamente, lo que exacerbaba sus problemas económicos. Además, hubo cambios en la jerarquía religiosa que favorecían a las comunidades no musulmanas, lo que generó tensiones adicionales dentro del Imperio.

    Los conflictos internos, las pérdidas territoriales y militares provocaron numerosos movimientos migratorios de ciudadanos otomanos, con cristianos y judíos emigrando, a países como Estados Unidos y Argentina, en busca de mejores oportunidades. Mientras tanto, los judíos optaron por quedarse en las regiones más desarrolladas del Imperio.

    A medida que avanzaba el siglo XIX, surgía un movimiento social conocido como el “Movimiento Joven Turco”, basado en el nacionalismo turco y empoderado por el Estado. Sin embargo, este período también estuvo marcado por tragedias como el genocidio armenio, periodo de 1915-1916, motivado por el temor a la secesión en Anatolia Oriental.

    El Regímen Kemalista y los inicios republicanos (1923-1945)

    Durante la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano se encontró en una encrucijada histórica, enfrentándose en importantes batallas, como la de Gallípoli a los británicos, y combatiendo también contra los franceses y rusos. Sin embargo, la economía otomana, que estaba basada principalmente en la agricultura, sufrió un colapso durante este período, lo que llevó a la firma del Tratado de Sèvres.

    Los militares otomanos que permanecieron leales al nacionalismo lucharon por la liberación contra las fuerzas de ocupación, que incluían a Grecia, Armenia, Gran Bretaña, Francia e Italia. Recibieron ayuda de los soviéticos en Armenia y también les suministraron material bélico. Mientras tanto, franceses e italianos no mostraron un gran esfuerzo en el conflicto y mantuvieron diferencias con los británicos y griegos respectivamente.

    En Ankara, se estableció un gobierno de guerra compuesto por militares y antiguos funcionarios del Imperio Otomano. Luego se libró la Guerra de Independencia y finalmente, en 1923, la República de Turquía surgió con su proclamación y la firma del Tratado de Lausana, que implicó la desmilitarización de Tracia Oriental y un intercambio de población con Grecia. Además, se estableció una nueva capital en Ankara. Los fundadores de la República de Turquía fueron principalmente líderes militares y funcionarios civiles, y la principal cuestión que se debatió pasó de ser religiosa a ser étnica.

    Los seis principios fundamentales del kemalismo incluyen el republicanismo, el populismo, el secularismo, el estatismo, el revolucionismo y el nacionalismo. El Partido Republicano del Pueblo (CHP) fue el único partido político desde 1923 hasta 1946, estableciendo una unión entre partido y estado a través de los gobernadores del CHP.

    Los kemalistas implementaron reformas legales y políticas, como la regulación de grupos religiosos, la obtención del sufragio masculino universal y los derechos de voto de las mujeres a nivel local en 1930 y a nivel nacional en 1935. También se introdujo el alfabeto latino, se reformó el Código Civil inspirándose en el de Suiza; el Código Penal, en el de la Italia fascista; y el Código de Comercio en el de Alemania.

    Se abolió el estatus de religión oficial en la Constitución, se realizó una reforma en la vestimenta, se adoptó tanto un código de vestimenta como el calendario occidental, y se intentó fomentar la identidad turca a través de la nacionalización de la población y el espacio, como se vio en el intercambio de población greco-turco.

    Los kemalistas alentaron la migración de musulmanes que vivían en los Balcanes y aplicaron el nacionalismo económico a través de políticas discriminatorias hacia los no musulmanes o mediante impuestos a la riqueza. La lengua se turquificó considerablemente y se promovió una narrativa turca de idioma e historia. Además, se reprimió a los kurdos, principales opositores al régimen kemalista.

    En cuanto a la política exterior turca bajo el gobierno de Mustafa Kemal, se centró en alianzas y tratados de paz con la Unión Soviética, Yugoslavia, Rumania, Bulgaria, Grecia e Italia. También se formó una alianza defensiva con Rumania, Grecia y Yugoslavia.

    En 1936, Turquía se alineó con el statu quo representado por Gran Bretaña y Francia. Aunque había firmado un pacto defensivo con Francia y Gran Bretaña, Turquía permaneció neutral. En 1940, a pesar de la guerra entre Italia y Grecia, ambos países tenían tratados con Turquía, por lo que ésta también se mantuvo neutral. En 1941, el gobierno turco elaboró planes de contingencia para Estambul, por si de daba el caso de una invasión alemana. Ese mismo año, se firmó el tratado de amistad y no agresión entre Turquía y Alemania.

    El conflicto entre los nazis y la Unión Soviética aseguró que no hubiera ninguna invasión por parte de estas potencias en Turquía. Posteriormente, Turquía establecería un acuerdo comercial sobre el cromo con Alemania. La política exterior turca pasó por varias etapas durante la Segunda Guerra Mundial. Sus reglas de juego fueron las siguientes: en primer lugar, buscaba evitar cualquier tipo de participación en la guerra. En segundo lugar, necesitaba interactuar con diferentes potencias manteniendo su neutralidad. En tercer lugar, ante el temor de un ataque soviético, adoptó un papel más activo en la guerra.

    Al final de la guerra, Turquía se unió al conflicto sin disparar una sola bala. Los soviéticos querían establecer bases militares en Turquía, lo que llevó a un acercamiento aún mayor entre Turquía, Estados Unidos y el Imperio Británico. Debido a las intenciones soviéticas de propagar el comunismo, desde Estados Unidos se creó la Doctrina Truman, de la cual Turquía, al igual que Grecia e Irán, formaría parte.

    En cuanto a la economía, la situación era crítica debido a la alta inflación, los impuestos y la escasez de alimentos durante la guerra. Los altos precios de los productos agrícolas ofrecían a los comerciantes la oportunidad de obtener grandes fortunas a través de la especulación. Esto enfureció a Ismet Inönü, quien estableció un impuesto sobre la riqueza y un impuesto agrícola, aunque finalmente dichos impuestos solo repercutían y perjudicarían a los comerciantes pobres.

    El Partido Republicano del Pueblo (CHP) se enfrentaba entre estadistas cercanos a Inönü, mientras que otros que estaban bastante preocupados por la creciente intervención estatal. Ante la inestable situación económica, la gente comenzó a buscar alternativas políticas fuera del CHP.

    La decisión de Inönü de permitir la existencia de un partido de oposición atrajo a profesionales urbanos, propietarios de tierras y comerciantes descontentos con el sistema actual, que percibían como una amenaza para ellos. Muchos miembros del CHP renunciaron para formar el Partido Democrático, liderado por Celal Bayar, que era el ministro de Economía. El nuevo Partido Democrático ganaría las elecciones en 1950. Se cree que algunas de las razones por las cuales Inönü abrió el sistema de partido único fue el temor al bolchevismo, factores domésticos como la economía y el descontento masivo que podría haber derivado en un movimiento islamista. En 1950, se celebrarían las primeras elecciones democráticas con una transición pactada.

    Periodo Multipartidista I

    Inönü permitió pacíficamente el surgimiento de un sistema multipartidista. La victoria del Partido Democrático (DP) llevó a una ola de predominio de la derecha política. El DP ganaría tres elecciones consecutivas. Hubo un efecto de política de masas en torno a la figura de Menderes. Se restauraría el llamado a la oración en árabe, así como las fraternidades islámicas ganando más poder, aunque la transición pactada se basaba en una transición pacífica.

    La economía creció al centrarse en el desarrollo agrícola con mecanización, lo que llevó a la migración hacia las ciudades. Turquía pasó de ser un importador de trigo a convertirse en un importante productor de trigo. Se promovió la privatización, se construyeron nuevas carreteras y autopistas en lugar de seguir utilizando el antiguo sistema ferroviario. El crecimiento económico llevaría al éxito político del DP, pero a fines de los años 50 la inflación aumentaría, ya que los subsidios al mundo rural no provenían del beneficio de tener una guerra de Corea y del plan Marshall, sino a través de la impresión de dinero, lo que llevaría a los asalariados a perder capacidad adquisitiva. El gobierno establecería cierta censura. Hubo un golpe de Estado en 1960 contra el Partido Democrático, que fue llevado a cabo por militares de clase baja que vieron como un desastre el rumbo que estaba tomando el destino del país.

    La política exterior del DP consistió en muchos eventos, como el envío de tropas a Corea en los años 50, se unieron a la OTAN, se aliaron con Occidente, pero también con las potencias coloniales en Medio Oriente. Turquía intentó establecer una organización tipo OTAN llamada CENTO con Pakistán, Irán, Irak y Gran Bretaña. La razón por la que Turquía era tan pro-occidental se debe a que necesitaba ayuda económica. El hecho de ser pro-occidental generaría tensiones con Nasser.

    Se firmó el tratado de Chipre con el Reino Unido y Grecia. El problema de Chipre fue que Grecia quería anexar Chipre, ya que era mayoritariamente griega, aunque los británicos no querían que esto sucediera y llevaron a los turcos a las conversaciones sobre Chipre, ya que era del interés de la corona. La partición de la isla sería la posición defendida por los turcos, pero los griegos estaban en contra. Hubo muchos conflictos entre los británicos y el ejército de independencia chipriota griego, mientras que hubo enfrentamientos entre los chipriotas turcos y minoritarios y los griegos, y como se temía la idea de que la OTAN pudiera desestabilizar, se establecería la República de Chipre con ambos grupos étnicos, grecochipriotas y turcochipriotas. Turquía, Grecia y el Reino Unido fueron los garantes de la independencia. Finalmente, el acuerdo terminaría siendo roto.

    Como consecuencia de ello se produjeron situaciones como la del incidente del 6-7 de septiembre de 1955, la cual tuvo como objetivo reprimir a la minoría griega que vivía en Estambul para presionar a los griegos a no anexar Chipre, y debido a esto, la casa de Atatürk en Tesalónica fue bombardeada y los griegos fueron culpados. Como resultado de este incidente, hubo un pogromo contra los griegos.  Que llevaría a que las tensiones entre ambas partes incrementasen.

    Periodo Multipartidista II

    El golpe de Estado de 1960 fue una consecuencia de la inestabilidad económica y política debido a la inflación y las protestas, así como también hubo un descontento masivo debido a la creciente corrupción. Mientras que el mundo urbano se vio perjudicado por la inflación, el mundo rural se vio beneficiado. Como se mencionó anteriormente, existe un gran conflicto de intereses entre el mundo rural y urbano. Los oficiales de rango bajo, especialmente descontentos, formaron el Comité de Unidad Nacional y asumieron los poderes legislativos y ejecutivos. Este régimen no duraría mucho tiempo, ya que los moderados presionaron para volver al régimen parlamentario. Este golpe fue un precedente de muchos durante la Guerra Fría.

    Hay tres constituciones importantes: la Constitución de 1924 después de la proclamación de la República; la Constitución de 1961 después del breve gobierno militar de un año. El ejército era un actor tutelar y se veía a sí mismo como el guardián de la República. Y la tercera fue la de 1982.

    Con la introducción de la Constitución de 1961 se implantaron instituciones de control y equilibrio como el Senado y el Tribunal Constitucional. El sistema electoral cambiaría. Se estableció un Consejo de Seguridad Nacional. Se implantaron más derechos civiles y laborales. Las élites del DP fueron procesadas y asesinadas, como Menderes, Bayar, entre muchos otros. Se introdujo OYAK como un sistema de fondo de pensiones común para los funcionarios, y especialmente los militares.

    En la política parlamentaria, el DP fue prohibido, pero surgió un nuevo partido de derecha, el Partido de la Justicia. El CHP se desplazó hacia la izquierda política. Surgió un partido socialista. Los conservadores moderados de la mano del Partido de la Justicia, ganaron las elecciones en 1965. Habría más polarización. Surgieron muchos movimientos como el Partido de los Trabajadores Turcos, los ultranacionalistas turcos y los islamistas. La democracia tutelar, que significaba una influencia indirecta de los militares y la alta burocracia, se estableció. La Agencia Nacional de Inteligencia fue reformada. Los partidos anti-golpe ganaron la mayoría, aunque no se les permitió asumir el cargo. Hubo un gobierno de coalición del CHP muy débil de 1961 a 1965. El Partido de la Justicia llegó al poder con Demirel. Los lazos entre el ejército y Demirel aumentarían ya que ambos compartían la idea anticomunista.

    El CHP en los años 70 se volvió más izquierdista con Bülent Ecevit y ganó las elecciones en 1977. Dado que Turquía se estaba industrializando, aparecerían sindicatos y Ecevit se aprovecharía de esto.

    Hubo una agitación social en los años 60 y 70. Surgieron grupos de vigilantes de extrema izquierda y extrema derecha (lobos grises). Hubo un proceso creciente de urbanización, industrialización y sindicalización. Comenzaron a aparecer movimientos estudiantiles. Un movimiento cultural surgiría como consecuencia de las revoluciones socialistas.

    Se introdujo un nuevo modelo económico. Hubo una rápida industrialización y urbanización. Se promovió un sistema populista como en Argentina y Brasil. Se promovió el proteccionismo y la planificación estatal de la economía. Se sufrió inflación y estanflación. Los sindicatos laborales se movilizaron. Hubo inestabilidad regional y crisis del petróleo.

    En 1974 se celebró la campaña de Chipre. Makarios, quien era el líder, abogaba por la independencia de la isla sin convertirse en parte de Grecia ni de Turquía. La junta griega dio un golpe contra Makarios tratando de reemplazarlo por Nikos Sampson. Como consecuencia, el gobierno de Ecevit hizo referencia a las garantías del tratado y solicitó a Gran Bretaña una operación conjunta, pero los británicos no colaboraron. Turquía realizó la operación militar contra el gobierno de Sampson que resultó derrocado y Makarios fue restaurado, pero luego se realizó una segunda operación militar en la que el gobierno de Ecevit dividió la isla y estableció en el norte de Chipre una república turca independiente con el reconocimiento único de Turquía.

    Periodo Posterior a 1980

    En la década de 1980, la sociedad estaba muy polarizada, con muchas tensiones. El gobierno de Demirel fue derrocado. El ejército protagonizó un golpe jerárquico. Hubo un gobierno de Junta durante 3 años. Todos los partidos políticos fueron prohibidos. En 1982 se aprobó una nueva Constitución. El parlamento fue disuelto. El Senado fue abolido. Y hubo un estado de emergencia en zonas altamente pobladas por kurdos hasta 2002.

    El golpe fue una consecuencia de la violencia y la inestabilidad en la sociedad, y de la crisis económica que se estaba sufriendo. En el ámbito internacional, había tensiones debido a la revolución iraní y la invasión de Afganistán que se estaba llevando a cabo. Los estadounidenses celebraron el golpe.

    Durante la Junta, hubo una ola de arrestos y torturas. Se reprimió el activismo político. En la prisión de Diyarbakir hubo revueltas kurdas.

    En el ámbito económico, se liberalizó promoviendo un modelo de crecimiento orientado a la exportación. Hubo un declive en los subsidios estatales. La mayoría de los sindicatos fueron ilegalizados. Se suprimieron los salarios. La moneda fue devaluada. Y los productos de consumo fueron dirigidos hacia la economía urbana, ya que no eran accesibles para la sociedad urbana en los años 70.

    Los militares nombraron una serie de funcionarios para la toma del control de instituciones de diversos tipos, como la educación o los sindicatos. Los militares eran principalmente conservadores, y estaban bastante preocupados por el surgimiento de la izquierda y los sindicatos laborales. El ejército promovió discursos a favor de la sociedad islámica turca para legitimarla y haría lo mismo en las universidades para evitar la propagación de ideas como el socialismo en estas instituciones.

    En 1983, el ejército promovió un retorno de la soberanía a la sociedad civil, al mismo tiempo que establecía el nuevo estatus quo con la nueva partitocracia conformada por el partido político de Özal y otro partido de derecha contra un partido de izquierda que también fue establecido por el ejército. En las elecciones, el partido de Özal (quien era un ex miembro de la Junta y partidario de los estadounidenses) ganó las elecciones.

    Durante el gobierno de Özal, resultó uno de los mayores exponentes del liberalismo en la política turca, hubo un crecimiento económico como consecuencia de las políticas de liberalización y con el sistema de exportaciones, lo que ayudó a que nuevas industrias como la textil se levantaran. En el resto de los años 80, se promovió la urbanización, especialmente en ciudades urbanas como Estambul e Izmir. Hubo una migración masiva desde las áreas rurales hacia las áreas metropolitanas.

    En 1987 se levantó la prohibición política y los antiguos líderes políticos regresaron con una fragmentación política que incluyó a centro-derecha, centro-izquierda, ultranacionalistas y ultra islamistas. Durante los años 90 no se experimentó un gran progreso. La mayoría de los gobiernos fueron coaliciones débiles sin una agenda clara para el país. Se sufrió una crisis económica. Hubo muchos escándalos de corrupción. El nacionalismo kurdo aumentó con el PKK y la formación de partidos nacionalistas kurdos. Mientras tanto, el movimiento islamista surgió ya que eran apoyados por los votantes de bajos ingresos. Los islamistas se convirtieron en los alcaldes tanto de Estambul como de Ankara.

    Periodo posterior a 1980 II: El inicio de AKP

    El ascenso del movimiento islamista ocurrió con el Partido de Bienestar de Erbakan. Ganaron muchas elecciones en localidades de Anatolia, así como en Estambul y Ankara. Los islamistas llegaron al poder atrayendo a los pobres urbanos de los centros metropolitanos. Hubo un choque con el ejército después de formar un gobierno de coalición. El ejército se uniría con las clases medias laicas, el poder judicial, las asociaciones de la sociedad civil y los medios de comunicación contra el gobierno islamista. Después de un golpe de estado suave, Erbakan renunció a su cargo de primer ministro. Y el Partido del Bienestar fue prohibido en 1998.

    El nuevo gobierno, que era una coalición secular (opositores de los islamistas), fracasaría en enfrentar la mayor crisis económica. Este nuevo gobierno también fracasó en proteger a los pobres urbanos de los centros metropolitanos. Después de 2002, el Movimiento Islamista se dividiría en dos entre los tradicionalistas y los reformistas. Los reformistas fundaron el AKP (Partido de Justicia y Desarrollo), que ganaría las elecciones desde 2002 hasta las más recientes elecciones de 2018, que también ganó este partido. Durante los primeros años del AKP se promovió el conservadurismo social y cierta liberalización en la economía, lo que expandió el apoyo y prevaleció en el sistema.

    El líder era Recep Tayip Erdogan. El gobierno temprano del AKP redujo la inflación, trajo crecimiento económico, redujo la pobreza, otorgó asistencia social y tuvo una distribución clientelista. El gobierno del AKP comenzó a financiar a aquellas empresas que eran partidarias del gobierno. Los medios de comunicación que estaban en contra del gobierno sufrirían censura, así como el financiamiento de medios pro-gobierno.

    El gobierno, más tarde, haría acusaciones de que el ejército intentó dar un golpe de Estado en 2003. Después de 2007, el papel del ejército como actor guardián se vio disminuido, esto sería una consecuencia de que los tribunales civiles detuvieron a cientos de militares en actividad y retirados.

    El AKP colaboró con otro movimiento islamista conocidos como los Gülenistas para eliminar a las élites laicas en la burocracia y el ejército. Estos mismos Gülenistas fueron introducidos en el aparato estatal atentando contra el laicismo del país. En 2010, el AKP realizó un referéndum para enmendar la Constitución a su favor.

    Esta enmienda llevó a Turquía a aproximarse a convertirse en un Estado autoritario competitivo sin muchos controles y equilibrios contra el poder ejecutivo, ya que había intentado contra la rendición de cuentas tanto vertical como horizontal del Estado turco.

    El europeísmo, y el proceso de adhesión fue instrumentalizado por el AKP como estrategia para obtener el apoyo a nivel externo de la Unión Europea y a su misma vez lograr más apoyo doméstico. Después de las protestas de Gezi de 2013, en las que la población manifestó su gran preocupación por el creciente autoritarismo del gobierno de AKP, y la erosión de las libertades civiles y democráticas, el gobierno de Erdogan comenzaría a criminalizar a una parte de la sociedad civil.

    Simultáneamente, el gobierno del AKP comenzó a bloquear los nombramientos de algunos importantes líderes militares en 2010/2011 con el objetivo de reestructurar el ejército. Los Gulenistas fueron promovidos dentro del ejército, pero esto llevó al intento de golpe de Estado de 2016 contra el gobierno. Y como consecuencia de esta división, algunas acusaciones contra ciertos militares fueron retiradas. Después del golpe de estado en Turquía en 2016, se produjo una purga masiva contra los seguidores del clérigo exiliado Fethullah Gülen, a quien el gobierno turco culpó del intento de golpe.

    Miles de personas vinculadas al movimiento Gülenista fueron detenidas, despedidas de sus trabajos en el gobierno, el ejército, la policía y otras instituciones, y muchos fueron condenados en juicios masivos. La represión contra los Gulenistas continuó en los años siguientes, con el gobierno turco buscando erradicar completamente su influencia en el país, por lo que muchos huirían y se exiliaron en países como Países Bajos donde hay una gran influencia de los Gulenistas quienes tienen hasta sus propias escuelas allí y en Estados Unidos.

    Después del golpe de estado de 2016, se tomaron bajo custodia a 18.000 militares y se revocaron los pasaportes de 55.000 personas. Muchos funcionarios públicos fueron expulsados de sus cargos. Se confiscaron 200 empresas con un valor neto total de 40 mil millones de dólares. Se cerraron numerosas escuelas y universidades, y se clausuraron varios medios de comunicación independientes. Además, muchos periodistas fueron arrestados.

    Durante el periodo comprendido entre 2015 y 2023, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) experimentó un declive significativo en las encuestas electorales, dando lugar a la aparición de numerosos partidos políticos alternativos. Ante la pérdida de la mayoría en el Parlamento, el AKP tuvo que buscar el apoyo del Partido de Acción Nacionalista (MHP) para mantenerse en el poder.

    La llegada del AKP en el panorama político turco marcó un cambio notable en dicho paisaje, ya que por primera vez un partido de orientación islamista logró obtener un porcentaje significativo de los votos populares, mientras que los partidos políticos tradicionales comenzaron a declinar, se observó un aumento en el papel de la religión en la esfera política. El partido islámico pudo atraer a votantes de diversos sectores de la sociedad, ampliando su base de apoyo.

    Durante los distintos gobiernos de AKP ha habido un incremento considerable en el autoritarismo, así como con la supresión de la libertad de expresión. Además, de haber provocado una erosión de las instituciones democráticas significativa, lo que plantea interrogantes sobre el rumbo que está tomando el Estado en su gestión.

    Elecciones 2023

    El año pasado, en las elecciones presidenciales de mayo de 2023 en Turquía, Recep Tayyip Erdoğan ganó un tercer mandato presidencial en una contienda reñida que constituyó la mejor oportunidad de la oposición para derrotar al presidente en las urnas. Aunque las elecciones no fueron ni libres, ni justas, fueron reales. Erdoğan combinó estrategias sofisticadas con temas etnoreligiosos para ganar la campaña, a pesar de la inflación rampante y los desastrosos esfuerzos de socorro tras los terremotos masivos que golpearon a Turquía a principios de 2023.

    La oposición se unió detrás de un candidato conjunto, Kemal Kılıçdaroğlu, pero no logró capitalizar las vulnerabilidades de Erdoğan. Su campaña se mantuvo débil y descoordinada, lo que no ofreció motivos suficientes para que los seguidores de Erdoğan lo abandonaran. Erdoğan ganó la primera ronda con el 49.5% de los votos y la segunda ronda con el 52.2% de los votos, asegurando así un nuevo mandato presidencial. A pesar de los problemas económicos y de gobernanza, la intensa polarización y la habilidad de Erdoğan para movilizar a su base de apoyo le permitieron mantenerse en el poder.

    Las elecciones estuvieron marcadas por un desigual campo de juego, con Erdoğan controlando gran parte de los medios de comunicación y utilizando el control de los tribunales para marginar a sus opositores. Aunque la oposición tenía un mensaje de cambio y esperanza, careció de unidad, enfoque y cohesión política, lo que le impidió capitalizar plenamente el descontento público.

    A pesar de las críticas y la preocupación por el futuro de la democracia en Turquía, Erdoğan logró mantenerse en el poder mediante la combinación de tácticas autoritarias y la movilización de su base de apoyo. La resiliencia de las fuerzas democráticas en Turquía sigue siendo crucial para contrarrestar la creciente autocratización del país y defender las instituciones democráticas.

    Razón del Fracaso de la Consolidación Democrática en Turquía

    Ahora para concluir haré una reflexión del porqué del fracaso de la democracia y de su consolidación en Turquía. La consolidación de la democracia en Turquía ha fracasado por varias razones fundamentales. Entre estos factores se encuentra la falta de consenso entre las élites políticas del país. Además, la ausencia de una cultura democrática arraigada y de instituciones sólidas ha contribuido al problema. La reserva de poderes para el ejército, en particular, ha sido un obstáculo significativo, junto con el surgimiento de fuerzas antisistema como los islamistas o el PKK, que han desafiado el statu quo.

    Históricamente, el régimen democrático turco ha sido interrumpido por numerosos golpes militares, como los de 1960, 1971 y 1980, por citar algunos. Estas intervenciones militares se justificaron en el papel de guardián de los principios kemalistas y la integridad de la república frente a amenazas tanto internas como externas.

    En cada transición democrática, ha habido una falta de consenso sobre las reglas del juego, ya que líderes autoritarios crearon instituciones defectuosas. Los partidos políticos, arraigados en la sociedad turca, tienen líderes fuertes capaces de operar a través de vínculos clientelistas, como el triángulo de dependencia que el AKP ha establecido con sus votantes leales y los negocios que los respaldan.

    Aunque los votantes en Turquía pueden apoyar el sistema electoral, no tienen el mismo apoyo hacia las instituciones democráticas. Las reformas posteriores a los golpes militares han debilitado el control del gobierno mayoritario sin fortalecer los mecanismos de responsabilidad democrática.

    Además, el gobierno mayoritario de partidos populistas como el DP, el Partido de la Justicia o el AKP ha socavado las instituciones estatales y los derechos de la sociedad civil, especialmente en términos de libertad de prensa. La alta volatilidad electoral, la polarización ideológica y la fragmentación política también han obstaculizado la consolidación democrática, como se vio en las convulsiones sociales de las décadas de 1960 y 1970.

    Finalmente, el rendimiento económico deficiente de Turquía, junto con la falta de cultura financiera y la interferencia del poder ejecutivo en instituciones como el Banco Central, han contribuido a la falta de consolidación democrática. La utilización de la política monetaria para socavar los ahorros de los ciudadanos ha exacerbado períodos de alta inflación y ha minado aún más la confianza en las instituciones del país.

    Conclusión

    En conclusión, el paso del Imperio Otomano a la República de Turquía representa una transformación histórica marcada por figuras emblemáticas que han dejado un profundo impacto en la identidad y la trayectoria del país. Desde el esplendor de Suleiman el Magnífico hasta los desafíos de Abdul Hamid II, la visión revolucionaria de Mustafá Kemal Atatürk y la era contemporánea bajo el liderazgo de Recep Tayyip Erdogan, Turquía ha experimentado una evolución política, cultural y social de gran alcance.

    Suleiman el Magnífico personifica la era dorada del Imperio Otomano, destacando por su liderazgo visionario, sus logros culturales y su expansión territorial. Sin embargo, el declive gradual del imperio se experimentaría tras la consolidación de los españoles en las Américas, y esta decadencia se iría acentuando paulatinamente, durante el período de Abdul Hamid II, se trató de reconciliar las modernizaciones con lo tradicional, y frenar tensiones internas y externas, no obstante, no lo logró y esto finalmente condujo a su colapso.

    La ascensión de Mustafá Kemal Atatürk marcó un punto de inflexión en la historia turca, con la fundación de la República de Turquía y una visión audaz de modernización y secularización. Atatürk instituyó reformas radicales que transformaron la sociedad turca y sentaron las bases para una república democrática y laica.

    Sin embargo, el siglo XXI ha visto un resurgimiento de la influencia religiosa en la política turca, personificada en Recep Tayyip Erdogan y su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). Erdogan ha redefinido el paisaje político turco, desafiando las narrativas secularistas y consolidando su poder a través de un enfoque populista. Su liderazgo ha sido objeto de controversia, con críticos que señalan un aumento en el autoritarismo y una erosión de las libertades democráticas.

    En última instancia, el viaje de Turquía desde el Imperio Otomano hasta la República de Turquía refleja una historia de cambios profundos, enfrentando desafíos y oportunidades a lo largo del camino. La intersección de figuras tan influyentes como Suleiman, Abdul Hamid II, Atatürk y Erdogan destaca la complejidad y la diversidad de la experiencia turca, mientras que sus legados continúan moldeando el destino y la identidad de la nación en el siglo XXI.

    Bibliografía:

    Kalaycıoğlu, Ersin. (2005). Turkish Dynamics: Bridge across Troubled Lands, (New York:
    Palgrave Macmillan): pp. 15 – 43.

    Zürcher, Erik J. (2005). “How Europeans adopted Anatolia and created Turkey”. European
    Review 13 (3): 379-394.

    Meper, Metin. (1985). The State Tradition in Turkey. North Humberside: Eothen Press. Ch. 1 & 4.

    Akgündüz, Ahmet. (1998). “Migration to and from Turkey, 1783–1960: Types, numbers and ethno‐religious dimensions». Journal of Ethnic and Migration Studies 24 (1): 97-120.

    Karpat, Kemal. (1991) “The Republican People’s Party: 1923-1945”, in M. Heper and J.
    Landau (eds.), Political Parties and Democracy in Turkey (London: İ.B. Tauris). Ch. 4.

    Esen, Berk. (2014). “Nation-Building, Party-Strength, and Regime Consolidation: Kemalism
    in Comparative Perspective”. Turkish Politics. 15 (4): 600-620.

    Kalaycıoğlu, Ersin. (2005). Turkish Dynamics: Bridge across Troubled Lands, (New York:
    Palgrave Macmillan, 2005): pp. 45-66.

    Metinsoy, Murat. (2011). “Fragile Hegemony, Flexible Authoritarianism, and Governing from Below: Politicians’ Reports in Early Republican Turkey”. International Journal of Middle East
    Studies 43 (4): 699-719.

    Karaömerlioğlu, Asım. (2006). “Turkey’s Return to Multi-party Politics: A Social
    Interpretation”. East European Quarterly 40 (1): 89 -107.

    Sunar, İlkay. (1990). “Populism and patronage: The Democrat party and its legacy in Turkey” Il Politico anno LV (4): 745-57

    Kalaycıoğlu, Ersin (2005). Turkish Dynamics: Bridge across Troubled Lands, (New York:
    Palgrave Macmillan): pp. 67-90.

    Zürcher, Eric J. (2004). Turkey: A Modern History (I.B. Tauris), pp. 245-277.
    Esen, Berk. (2021). “Praetorian army in action: a critical assessment of civil–military relations in Turkey”. Armed Forces & Society 47 (1): 201-222.

    Karpat, Kemal. (1967). “Socialism and the Labor Party of Turkey”. Middle East Journal 21
    (2): 157-172.

    Levi, Avner. (2016). “The Justice Party, 1961-1980”. in Political parties and democracy in
    Turkey (Routledge), pp. 134-151.

    Aytürk, İlker., & Esen, Berk. (2021). “The Far Right, Labor Unions, and the Working Class in Turkey since the 1960s”. The Middle East Journal 75 (4): 511-531.

    Kalaycıoglu, Ersin. (2005). Turkish Dynamics, Bridge Across Troubled Lands, (Palgrave
    Macmillan), pp.125-137.

    Cizre-Sakallıoğlu, Ümit. & Yeldan, Erinç. (2000). “Politics, Society and Liberalization:
    Turkey in the 1990s” Development and Change, 31(2): 481-508.

    Eligür, Banu. (2010). The mobilization of political Islam in Turkey. Cambridge University
    Press. Ch. 3.

    Aytaç, S. Erdem; Öniş, Ziya. (2014). “Varieties of Populism in a Changing Global Context:
    The Divergent Paths of Erdoğan and Kirchnerismo” Comparative Politics, 47 (1): pp. 41-59.

    Esen, Berk., & Gumuscu, Sebnem. (2016). “Rising competitive authoritarianism in
    Turkey”. Third World Quarterly, 37 (9): 1581-1606.

    Baykan, Toygar. (2018). The justice and development party. In: Turkey: Populism,
    personalism, organization. Cambridge University Press. Selected pages.

    Karataşlı, Şahan S., & Kumral, Şefika (2022). “Crisis of capitalism and cycles of right‐wing
    populism in contemporary Turkey: The making and unmaking of Erdoğanist
    hegemony”. Journal of Agrarian Change. pp 1-25.

    Heper, Metin., & Keyman, Fuat. (1998). “Double‐faced state: political patronage and the
    consolidation of democracy in Turkey”. Middle Eastern Studies, 34(4), 259-277.

    Arat, Yesim., & Pamuk, Şevket. (2019). Turkey between democracy and authoritarianism.
    Cambridge University Press. Selected pages.

    Turan, İlter (2019). “Turkey’s never-ending search for democracy”. In Özerdem, A., &
    Whiting, M. (Eds.). (2019). The Routledge handbook of Turkish politics. Routledge. pp. 27-36.

    Kubicek, Paul (2020). “Faulty Assumptions about Democratization in Turkey”, Middle East
    Critique, 29:3, 245-257.

    Esen, Berk., & Gumuscu, Sebnem. (2021). “Why did Turkish democracy collapse? A political economy account of AKP’s authoritarianism”. Party Politics, 27(6), 1075-1091.

    Wuthrich, Michael. (2013). “An Essential Center-Periphery Electoral Cleavage and the
    Turkish Party System.” International Journal of Middle East Studies 45 (4): 751–773.

    Yardımcı-Geyikçi, Şebnem. (2018). “Party system institutionalisation and democratic
    consolidation”. Party Politics in Turkey: A Comparative Perspective. Ch. 12.

    Kalaycioglu, Ersin. (2019). “Elections, Parties, and the Party System”. In Alpaslan Ozerdem
    and Matthew Whiting (eds.) The Routledge Handbook of Turkish Politics,
    London and New York: Routledge, pp. 83-102.

    Sayarı, Sabri. (2018). “The study of party politics in Turkey”. In Party Politics in Turkey (pp.
    10-26). Routledge.

    Massicard, Elise. (2021). “Parties and politics in Turkey”. In The Routledge Handbook on
    Contemporary Turkey (Routledge): pp. 103-116.

    Güven, Ali Burak. (2019). “Political Economy.” In The Routledge Handbook of Turkish
    Politics, eds. Alpaslan Özerdem and Matthew Whiting. London: Routledge, pp.151-162.

    Keyder, Caglar. (1979). The political economy of Turkish democracy. New Left Review, (115),
    3-44.

    Yadirgi, Veli. (2021). “The Kurdish question in contemporary Turkey: A political economy
    perspective”. In The Routledge Handbook on Contemporary Turkey (pp. 282-296). Routledge.

    Bugra, Ayse., & Candas, Aysen. (2011). “Change and continuity under an eclectic social
    security regime: The case of Turkey”. Middle Eastern Studies, 47(3), 515-528.

    Aytaç, Selim E. (2020). Economic voting during the akp era in Turkey. New York: Oxford
    University Press.

    De la Turquie, O. (2023, 2 julio). How Erdoğan’s populism won again – Sebnem Gumuscu & Berk Esen / JOURNAL OF DEMOCRACY. Observatoire de la Turquie Contemporaine.

    Esen, B., & Gümüşçü, Ş. (2020). Why did Turkish democracy collapse? A political economy account of AKP’s authoritarianism. Party Politics, 27(6), 1075-1091.

    Artículos más recientes

    spot_img

    Related articles

    Deja tu comentario

    Por favor ingrese su comentario!
    Por favor ingrese su nombre aquí